Ante el impacto cada vez mayor de la sequía sobre la producción agrícola, el Gobierno y el Fondo Monetario Internacional (FMI) volverán a sentarse a recalibrar el programa económico. El dato surgió tras un encuentro en Washington entre el ministro de Economía, Sergio Massa, y su equipo con la número dos del organismo Gita Gopinath.
La urgencia surge después de que se dieran a conocer los últimos datos de inflación. A pesar de las promesas del ministro de reducir el porcentaje a un 3%, no solo no se desaceleró, sino que alcanzó su récord mensual en toda la gestión de Alberto Fernández. «Buena reunión con el ministro Sergio Massa. Hablamos del impacto de la peor sequía en la historia argentina. Nos comprometimos a seguir trabajando de cerca para fortalecer el programa ante este difícil escenario», explicó Gopinath en un tuit.
El equipo económico comenzará a trabajar con el staff en una nueva modificación del acuerdo vigente con el Fondo para fortalecer el marco de política económica y adaptarlo a la nueva coyuntura del país, anticiparon fuentes del equipo económico en Washington.
Massa dijo que tuvieron una reunión «muy productiva» y conversaron sobre «el impacto de la peor sequía de la historia argentina. «Nos comprometimos a seguir trabajando juntos para fortalecer el programa ante este difícil escenario», indicó. El encuentro se realizó en el marco de la Reunión de Primavera de ese organismo financiero internacional y el Banco Mundial que se lleva a cabo en Washington.
¿Cómo será la recalibración con el FMI?
La nueva recalibración se definirá en el trabajo que llevará a cabo el equipo de Massa, comandado por Leonardo Madcu, y el staff del Fondo. El nuevo ajuste del programa ocurrirá dentro de la quinta revisión del Acuerdo de Facilidades Extendidas, que debe estar terminado para fines de junio. «Empieza una etapa de repensar el acuerdo en función de la sequía», describieron en el equipo económico.
Vale aclarar que entre los posibles cambios de metas, se incluiría modificar otra vez las metas de acumulación de reservas. También, las metas para el déficit fiscal y hasta el perfil de desembolsos, dos aspectos en los cuales el FMI era inflexible. En el equipo económico insistieron en que nada está decidido, y que cualquier modificación surgirá de las próximas discusiones.