Se trata, sin lugar a dudas, de una de las periodistas más importantes de los medios de comunicación de nuestro país. Cristina Pérez ha sabido muy bien de qué manera ganarse el cariño de la gente que la sigue no solo en Telefe, sino también en Radio Rivadavia, donde en las últimas horas dejó un tajante editorial en relación a lo que sucedió en algunas provincias en torno a la suspensión de las elecciones.
«Todos quieren ser eternos. Los gobernantes con vocación de Highlander el inmortal, abundan en la historia política argentina. En el fondo, de eso se trata la polémica sobre la suspensión de las elecciones en Tucumán y San Juan. El intento de forzar la Constitución con interpretaciones, ardides y trampas para quedarse como sea en el poder. El mal es tan tan generalizado, que casi pasa por la norma y no por la excepción. Al punto de que el espacio político afectado se queja porque la Corte hizo su trabajo, que es interpretar si se cumple o no con la Constitución», afirmó.
«¿El problema es el fallo de la Corte o candidaturas que chocan con la Constitución? Los gobernadores Manzur y Uñac sabían que estaban flojos de papeles y se presentaron en adelantados calendarios electorales, apostando a que el poco tiempo jugaría a su favor, y si pasa, pasa. De hecho, todavía tienen la chance de que la Corte diga que sus postulaciones son válidas, aunque basta leer los textos de las constituciones de sus provincias para que se note mucho que están haciéndolas de goma», lanzó Cristina Pérez.
Inmediatamente, decidió ir por más. «Esa es otra curiosidad de estas épocas: explicar que la Constitución Nacional no es opcional, no es abstracta, no es un florero olvidado sobre el aparador de la abuela, sino que está por encima de todos nosotros. O sea, que nadie, está por encima de ella. Mucho menos el presidente aunque lo olvide demasiado a menudo e incluso por cadena nacional, a pesar de ser profesor de derecho e hijo de un juez», apuntó.
«Hoy al criticar un fallo de la Corte e inmiscuirse en el terreno de otro poder, Alberto Fernández violó expresamente la prohibición que le impone el articulo 109 de la Constitución Nacional: ‘En ningún caso el presidente de la Nación puede ejercer funciones judiciales, arrogarse el conocimiento de causas pendientes o restablecer las fenecidas’. Pero él lo hizo igual», aclaró.
Para finalizar, Cristina Pérez salió a la carga nuevamente. «Es insoslayable que este episodio se enmarca también en medio de la tensión reinante entre el kirchnerismo y la justicia contra la que lleva adelante una cruzada encarnizada ya que la Corte es el destino final de todas las causas que involucran a Cristina Kirchner. En el modelo que el kirchnerismo anhela, la justicia debe estar sujeta al Poder Ejecutivo, y debe imperar el voto mayoritario como regulador del poder y no la ley bajo arbitrio de un tribunal independiente. La lujuria política de atornillarse en el poder es uno de los pecados capitales más extendido en nuestra política», concluyó.