El acuerdo entre Argentina y el Fondo Monetario Internacional (FMI) avanzó considerablemente y solo queda la aprobación del directorio del organismo para su oficialización. En este marco, trascendieron algunos de los puntos centrales de este entendimiento que alcanzaron los enviados de Sergio Massa, ministro de Economía, a Washington.
El pacto entre las partes contiene metas de política fiscal y monetaria, gasto público y reservas, todos indicadores que terminaron alterando la economía nacional y han generado una crisis interna. NA informó que dentro del acuerdo hay un entendimiento sobre las revisiones quinta y sexta que estarán combinadas en el marco del acuerdo del Servicio Ampliado de Fondos (EEF) a treinta meses.
Una vez finalizadas las revisiones quinta y sexta, la Argentina tendrá acceso a cerca de US$7.500 millones. A su vez, se espera que la próxima revisión tenga lugar en noviembre justo después de las elecciones generales del 22 de octubre, de las cuales probablemente el titular del Palacio de Hacienda sea parte en nombre de Unión por la Patria.
Otro punto relevante son las políticas cambiarias para sostener la demanda de pesos y enfrentar la creciente inflación. Las autoridades acordaron que haya intervenciones en los mercados paralelos para que el dólar blue deje de subir ante la falta de reservas que tiene el BCRA y así generar, parcialmente, previsibilidad en los mercados.
En materia fiscal, el objetivo de que el déficit fiscal primario sea del 1,9% del PBI se mantiene. Sin embargo, desde el FMI le exigieron a la Argentina un endurecimiento de la postura fiscal para la segunda mitad del año porque sino no llegarán a cumplir los objetivos establecidos. En cuanto a los ingresos, se acordó nuevos impuestos sobre el acceso a divisas para bienes y servicios importados, además de nuevas medidas para movilizar la liquidación de importaciones y contrarrestar con la falta de dólares que generó la sequía.
En cuando al gasto, buscarán contener el crecimiento de la masa salarial, actualizarán tarifas energéticas para reflejar los cambios en los costos de producción y mejorarán la asistencia social focalizada. Por último, las reservas internacionales contarán con un nuevo objetivo de US$ 1.000 millones para finales del 2023, una meta que era de US$ 8.000 millones hasta la cuarta revisión del FMI.