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ESPECTÁCULO

Alfredo Leuco homenajeó a Luis Federico Leloir

El comunicador recordó el legado del reconocido químico argentino.

Alfredo Leuco

Alfredo Leuco suele hablar de personajes que forman parte de la historia del país más allá de referirse a los temas más relevantes de la actualidad. Por ejemplo, en una emisión reciente de su programa en Radio Mitre, el comunicador homenajeó a Luis Federico Leloir, quien ganó el Premio Nobel de Química, y aprovechó para destacar los logros del académico.

“No pude repetir un rito de reconocimiento a uno de los próceres máximos de nuestra bendita Argentina. Hablo de Luis Federico Leloir. No me canso de repetir su historia que ojalá sirva para iluminarnos en el medio de tanta oscuridad y descomposición nacional. Ayer, Leloir hubiera cumplido 97 años. Es uno de los más grandes argentinos de todos los tiempos”, expresó Alfredo Leuco a modo de introducción.

Y aseguró: “ Siempre me gusta traerlo del recuerdo porque sueño con que nos siga marcando el mejor de los. El doctor Luis Federico Leloir recibió el Premio Nobel de Química y estamos hablando de un hombre íntegro, que es mucho más que alguien honesto. Leloir era íntegramente íntegro”.

“Con gente como él y su recuerdo deberíamos integrar una especie de seleccionado nacional que nos sirva como ejemplo para construir un país cada día más íntegro, con ciudadanos íntegros que arrojen como consecuencia inevitable, gobiernos íntegros. Con perdón por el abuso del juego de palabras le digo que ser íntegros es ser virtuosos, decentes y honrados”, comentó más tarde en su editorial.

El amor de Leloir por la ciencia

En otro fragmento de su descargo radial, Alfredo Leuco se refirió al gesto que tuvo el químico después de ganar uno de los premios más importantes de su campo. “Leloir donó sus sueldos y todos sus premios. Repartió el Premio Nobel, lo compartió como el pan con sus compañeros. La mitad para seguir investigando en el instituto y el resto entre sus colaboradores. Nunca buscó la fortuna ni la gloria fácil. Fue un ejemplo de superación y sacrificio, de búsqueda de la excelencia. Jamás le interesó ser un figuretti ni ostentar nada. Fue una suerte de sumo sacerdote de la ciencia y de la ética pero que tenía una capacidad de comunicación con la gente y un sentido del humor maravilloso. Entendía la ciencia como un instrumento muy valioso para la transformación y el crecimiento social. No como un artículo de lujo o como una medalla frívola para colgarse en el pecho.

Y finalizó: “Para arrodillarnos en el altar del conocimiento y la ética. Recuperar su memoria y ponerlo en los pupitres de los chicos y los estudiantes de todas las carreras. Es una humilde idea. Creo que nos puede servir de estímulo a todos. Para ser argentinos íntegros como él. Solamente con estos cimientos vamos a poder construir el país de nuestros sueños para nuestros hijos. Un país donde haya cada vez menos inmorales como sobran en este gobierno y cada vez más patriotas como Luis Federico Leloir. No parece tan complicado. Debería ser nuestra epopeya colectiva”.