El juez Marcelo Martínez de Giorgi decidió incorporar a la megacausa de espionaje ilegal una denuncia preexistente contra el diputado Rodolfo Tailhade, formulada por el exministro de Seguridad porteño Marcelo D’Alessandro. Dicha decisión convierte “automáticamente” a Tailhade en imputado en el caso, tras evidencias de su presunta participación en actividades de espiar a jueces y funcionarios.
Este giro provocó la retirada del fiscal Gerardo Pollicita, quien ya había optado por apartarse en situaciones similares donde el diputado nacional ultra kirchnerista estaba implicado, debido a publicaciones del legislador que podrían comprometer su objetividad. La decisión del juez sobre Tailhade se fundamenta en la participación de uno de los detenidos en el hackeo al celular de D’Alessandro, y no está abierta a apelación por parte de la fiscalía.
Vale recordar que la megacausa investiga una amplia red de espionaje ilegal que incluye a jueces, fiscales, políticos, empresarios, y otros individuos. Entre los detenidos se encuentra Ariel Zanchetta, un ex agente de la Policía Federal Argentina y supuesto agente inorgánico, involucrado en el espionaje. También apunta a Néstor Fabián ‘Conu’ Rodríguez, un exfuncionario de la AFIP y miembro de La Cámpora.
Tailhade quedó en el ojo del huracán luego de que se filtraran revelaciones que lo vinculan al policía retirado que se dedicaba a entregar informes de inteligencia sobre jueces y políticos. Semanas atrás, en una reunión de la comisión de Juicio Político, los representantes de la oposición se preparaban para increparlo pero la presidenta del cuerpo, Carolina Gaillard, evitó el linchamiento público levantando la reunión.
No pudo, sin embargo, tapar el escándalo que enchastra también a segundas líneas de La Cámpora que tenían fluido contacto a través de WhatsApp con el supuesto espía, según pericias informáticas ordenadas por el fiscal Gerardo Pollicita. El caso continúa desarrollándose, con análisis pendientes de dispositivos electrónicos y la designación del reemplazo de Pollicita, marcando un nuevo capítulo en esta extensa investigación.
Quién es Tailhade
De lengua filosa y estilo verborrágico, Tailhade construyó a lo largo de los años una fama de “provocador serial”. Sus pares de la oposición lo acusan de introducir conflicto y romper a los gritos y con acusaciones infundadas los pactos de convivencia pacífica en cada una de las reuniones de trabajo legislativo. Junto a Vanesa Siley, Leopoldo Moreau y Eduardo Valdés, el ultra K es una de las voces cantantes del oficialismo en su embate contra los integrantes del supremo tribunal.
Diputado nacional desde 2015, Tailhade ya lleva ocho años siendo una de las espadas judiciales más importantes del kirchnerismo en la Cámara baja, y tendrá cuatro años más de mandato al haber renovado su banca por la provincia de Buenos Aires en las pasadas elecciones del 22 de octubre. Es además uno de los principales operadores judiciales de Cristina Kirchner, habiéndose desempeñado como consejero de la Magistratura por el Frente para la Victoria entre el 12 de julio de 2016 y el 12 de noviembre de 2018.
Desde la oposición siempre abonaron la hipótesis de que el diputado cercano a Máximo Kirchner es un “servicio” implicado en tareas de inteligencia para ensuciar a sus adversarios políticos. En su currículum vitae, el dirigente oficialista tiene un antecedente que alimenta esta teoría: fue director de Contrainteligencia de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) nombrado por Cristina Kirchner en 2014 luego de la salida tempestuosa de Jaime Stiuso.
Tailhade quedó nada menos que tercero en el escalafón jerárquico del organismo detrás del senador nacional, mano derecha de Cristina Kirchner y titular del Instituto Patria, Oscar Parrilli, y del viceministro de Justicia saliente (con posible futuro en el Gobierno bonaerense de Axel Kicillof), Juan Martín Mena. Además, se supo que se egresó en la Escuela Nacional de Inteligencia antes de ingresar a la ex SIDE.