Durante las últimas semanas, el hermetismo en Gran Hermano terminó violentado por personas ajenas al programa. Sin embargo, la producción se expresó a través de Santiago del Moro, quien se mostró indignado ante la situación. Además, aseguró que esto perjudica a todos los televidentes y quita el espíritu dentro de la casa con los participantes.
En este aspecto, el conductor de Gran Hermano expresó: «La verdad es que yo no entiendo al boludo de turno que va a gritar. Porque al programa no le van a hacer mal, porque va a medir lo mismo. A los que le hacen mal son a ellos, que están adentro», aseguró. Recordemos, que por estas situaciones Lucia terminó siendo eliminada de la casa.
Por otro lado, Santiago del Moro pidió resguardar la salud mental de los participantes de Gran Hermano. Puesto que, la información les puede jugar una mala pasada. Además, manifestó: «Esto estaba preparado hace mucho y durante esta temporada también van a entrar otros de los chicos. Al programa no lo lastiman. Solo a los chicos porque hacen una mezcolanza que no les hace bien. Y pienso en los pobres vecinos que viven ahí y que quieren tener una vida», concluyó.
Volvió el Teléfono Rojo y cambió las reglas en Gran Hermano
Cada vez que suena el Teléfono Rojo, se encienden todas las alarmas en los participantes de Gran Hermano. Puesto que, el aparato sonó nuevamente y ninguno se aventuró a atenderlo sin medir antes las consecuencias. Incluso, «Furia» se abstuvo de levantar el tubo y Martín obtuvo un beneficio. Puntualmente, «El Chino» pudo elegir qué compañero podía ir al final de la fila en el sorteo por la moto.
Posteriormente, Martín eligió a Catalina para ir de última en la fila por la motocicleta que sorteaba Gran Hermano. En este aspecto, «El Chino» expresó: «Estuvo todo el día diciendo que tenía ganas». Rápidamente, Cata respondió: «Estoy super feliz, en esta segunda edición que entré pude conocer mucho más a los hijos, nos llevamos super bien», aseguró.