Una de las imágenes que más ruido hizo en la jornada del viernes fue lo sucedido en la noche del jueves en La Bombonera, el estadio de Boca Juniors, en el marco del partido entre el local y Cruzeiro (Brasil) por la Copa Sudamericana. Allí, un simpatizante del Xeneize captó con su teléfono celular a hinchas de la visita arrojando desde su tribuna billetes de $ 1.000 argentinos rotos. Una imagen lamentable sobre la cual el legislador porteño de La Libertad Avanza Ramiro Marra se hizo eco con una polémica reacción.
Con cierta ironía, sorna, pero no deja de ser controversial. “No pasa nada, nos sirve”, indicó Marra a través de la red social X. En esta línea, argumentó que con ese accionar, los simpatizantes de Cruzeiro “están ayudando a reducir el circulante monetario y dieron divisas internacionales a cambio”, ya sea reales brasileños o dólares estadounidenses. Y concluyó: “Por mí, que lo sigan haciendo”.
Entre las reacciones a la réplica de Marra, positivas y negativas, se destacó la del economista Amaro Zárate Gabriel, quien le advirtió: “Lo que Ud. promueve es delito, según nuestro Código Penal en su Art. 283 – Será reprimido con reclusión o prisión de uno a cinco años el que cercenare o alterare moneda de curso legal y el que introdujere, expendiere o pusiere en circulación moneda cercenada o alterada”.
Continuando con la cita del artículo 283, Zárate puntualizó que “si la alteración consistiere en cambiar el color de la moneda, la pena será de seis meses a tres años de prisión”. “Por lo que estaría incurriendo en apología agravado por su condición de legislador, esperemos que algún fiscal de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires actúe”, planteó el economista que respondió el posteo del asesor económico del presidente Javier Milei.
No es la primera vez que el público visitante de torneos internacionales rompen billetes argentinos a modo de burla, haciendo alusión al poco valor de la moneda nacional. Ya lo habían hecho simpatizantes de Corinthians (Brasil) en 2022, en un partido de vuelta de octavos de final de la Copa Libertadores y de Colo-Colo (Chile) en 2023, arrojando billetes de $ 500 y de $ 1.000 rotos e incluso enteros a las tribunas de La Bombonera. Aunque también ocurrió en otros estadios del país, como en el mundialista de Mendoza cuando Godoy Cruz recibió a un club chileno.
Este tipo de incidentes expone la tensión deportiva entre los equipos oponentes y la compleja realidad económica que atraviesa la Argentina. El accionar de los visitantes extranjeros, más allá de lo anecdótico, evidencian la percepción de crisis del peso argentino, que no sólo afecta a la economía doméstica, sino también a la imagen del país en el exterior.