El plenario del Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI) anunció hoy en París que Argentina no fue incluida en la «lista gris» de países que no combaten eficazmente el lavado de dinero y el financiamiento del terrorismo. Este resultado es un alivio para el Gobierno argentino, que había trabajado intensamente en los últimos meses para evitar un desenlace negativo. Evitar la inclusión en la lista gris es crucial para Argentina, ya que los países que forman parte de esta clasificación enfrentan sanciones y mayores dificultades para acceder a financiamiento internacional.
El ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona, y el secretario de Justicia, Sebastián Amerio, encabezaron la delegación argentina en París junto con otros funcionarios del Gobierno. Ellos se mostraron satisfechos con el resultado, pero también reconocieron que es necesario seguir trabajando para garantizar que Argentina se mantenga fuera de la «lista gris» en el futuro.
Estar en la lista implicaba que las instituciones financieras globales vean con mayor desconfianza las operaciones provenientes de la Argentina, lo que podría generar un aumento en los costos de crédito y un posible aislamiento en los mercados internacionales. Además, afectaría las inversiones extranjeras directas.
Desde el año pasado, Argentina fue evaluada por el GAFI a través de un proceso riguroso que incluyó visitas de sus evaluadores al país en marzo de este año. Durante esas tres semanas, los representantes del organismo se reunieron con el Gobierno, los poderes del Estado y el sector privado para analizar si el país cumplía con las recomendaciones internacionales en materia de prevención de lavado de dinero y terrorismo. El informe final fue distribuido entre las 200 jurisdicciones que integran la red global del GAFI para obtener comentarios antes de la votación.
A lo largo de este proceso, la comitiva argentina mostró cautela, dado que el análisis incluía tanto las políticas implementadas durante el gobierno de Alberto Fernández como los primeros tres meses de la administración de Javier Milei. La situación se volvió crítica en agosto cuando un segundo borrador del informe contenía advertencias negativas para el país, lo que generó preocupación en el equipo económico.
Los desafíos para el futuro
A pesar de este éxito, Argentina aún enfrenta desafíos importantes en la lucha contra el lavado de dinero y el financiamiento del terrorismo. El GAFI ha dejado en claro que la evaluación de los próximos años será clave para consolidar los avances logrados. El país deberá seguir implementando políticas estrictas y mejorar los mecanismos de control para evitar caer en futuras evaluaciones negativas.
Este resultado no solo representa un alivio momentáneo para la economía argentina, sino que también abre una ventana de oportunidades para impulsar la inversión extranjera y asegurar la estabilidad económica a largo plazo. Con este logro, el país puede concentrarse en fortalecer sus instituciones y atraer capitales que permitan mejorar la infraestructura, el empleo y la calidad de vida de los argentinos.
