En un contexto económico desafiante, Fernando Marull, socio y director de FMyA, se consolida como el economista más consultado por el denominado «círculo rojo». Con una sólida formación académica en la Universidad Católica Argentina (UCA) y un posgrado en Macroeconomía y Mercados Financieros de la Universidad de Buenos Aires, Marull ha forjado una destacada carrera en el sector público y privado, incluyendo su experiencia como economista del Ministerio de Hacienda entre 2017 y 2019.
El economista señala que los indicadores macroeconómicos avanzan conforme a los objetivos del Gobierno de Javier Milei. La inflación ha mostrado una desaceleración notable, el superávit fiscal se ha consolidado y los depósitos y préstamos bancarios han experimentado un crecimiento constante. Además, los dólares provenientes del blanqueo continúan en el sistema, y las brechas cambiarias han disminuido a un solo dígito. «La actividad económica empieza a dar señales de reactivación, especialmente del lado de la producción, aunque aún no es generalizada», comenta Marull.
Estrategia para desmantelar el cepo cambiario
A pesar de los avances, el equipo económico mantiene una estrategia gradualista para desmantelar el cepo cambiario. Marull enfatiza que esta estrategia incluye desregulaciones y simplificaciones normativas vinculadas al sector externo, lo que ha contribuido a reducir los costos empresariales y fortalecer la apertura de Argentina al mercado internacional. «El plan económico del ministro Luis Caputo es ir paso a paso, evitando tensiones con el objetivo de seguir reduciendo la inflación y bajar las tasas de interés en pesos y dólares».
El profesional analiza la situación de las reservas del Banco Central, que, aunque todavía en terreno negativo, han mejorado gracias al éxito del blanqueo que aportó USD 23.000 millones y la confianza del mercado en el crawling peg del BCRA. «Estas reservas, aunque aún negativas debido al pago de deudas y la compra de bonos por parte del Tesoro, reflejan un mayor optimismo para 2025», señala.
Impacto del tipo de cambio real y dolarización
El economista comenta que el tipo de cambio real multilateral está un 29% por debajo del promedio de 26 años, un indicador de apreciación del peso que afecta la competitividad. Sin embargo, considera que este nivel es comparable al de los australes pre-convertibilidad y que la evolución futura dependerá de si Argentina adopta un régimen cambiario más flotante o uno más estable. «El dólar oficial mayorista a $1.000 está en un rango que se puede calificar como bajo, similar al de los australes que se mantuvieron durante 10 años», añade.
Marull destaca las recientes eliminaciones de regulaciones por parte del Gobierno, lideradas por Federico Sturzenegger, que han simplificado la vida de las empresas y las familias. «Reducir costos o impuestos para comprar un auto o una casa, o disminuir la burocracia, son avances concretos y muy positivos», afirma. Estas medidas buscan incentivar la inversión y el crecimiento empresarial, especialmente en las pequeñas y medianas empresas (PYMEs).
Salarios en dólares y su sostenibilidad
El aumento de los salarios y jubilaciones en términos de dólares ha sido una de las principales promesas de Milei. Marull señala que, aunque estos salarios han subido un 100% en 12 meses, también lo han hecho los precios en dólares. «Los salarios en dólares reflejan la normalización de la economía argentina, pero es crucial observar el poder de compra en pesos», comenta. Aunque los salarios privados formales han recuperado los niveles de noviembre de 2023, los salarios en el sector público aún están un 16% por debajo, afectando a 3,5 millones de personas y, por ende, el consumo y la actividad económica.
Fortalezas y riesgos de las políticas fiscales
Marull identifica el frente fiscal como la mayor fortaleza del Gobierno, destacando la eliminación del déficit como un gran activo. «Después de décadas marcadas por crisis de origen fiscal, eliminar el déficit representa un gran avance», afirma. Sin embargo, advierte sobre los riesgos que implica reducir impuestos en la medida de lo posible y exigir a las provincias que también realicen ajustes, lo que podría generar tensiones internas.
En términos de política exterior, Marull destaca los esfuerzos del Gobierno por posicionarse en la arena internacional, recibiendo el apoyo de figuras como Donald Trump y Elon Musk. Sin embargo, subraya que aún no se espera un boom en inversiones extranjeras debido a experiencias pasadas y la necesidad de tiempo para consolidar la confianza de los inversores.
Proyecciones económicas para 2024 y 2025
Marull ofrece una perspectiva optimista para el crecimiento económico, anticipando un crecimiento del 5% en el PIB para 2025, tras una caída del 3% en 2024. En cuanto a la inflación, prevé una disminución continua, llegando a niveles del 25% para 2025. Respecto al tipo de cambio, espera que la brecha con los dólares financieros continúe reduciéndose, lo que proporcionará mayor previsibilidad a las empresas y favorecerá la estabilidad económica.
«Argentina tiene una nueva oportunidad. Veo que el Gobierno busca implementar cambios que no generen una crisis en los próximos años; por eso avanza paso a paso. Es una buena estrategia», concluye Marull. Sin embargo, reconoce las frustraciones y riesgos inherentes a cualquier proceso de reforma económica. «Aunque la economía llegue bien a las elecciones de medio término, el rebote no llegará a todos. Los riesgos no deben temerse, sino analizarse y monitorearse», concluye.