No hay dudas de que Laura Fidalgo es una de las bailarinas más reconocidas de la Argentina. Más allá de su trayectoria y talento, la figura se hizo popular con su llegada al programa de Marcelo Tinelli. Sin embargo, fue allí mismo donde también marcó el final de su carrera, y es que la artista debió dejar de bailar tras sufrir una lesión.
Durante su participación en el Bailando 2014, Laura Fidalgo sufrió una lesión en la rodilla izquierda que la alejó de los salones de baile. La bailarina debió someterse a una operación al año siguiente, sin embargo, esta no salió como esperaba, ya que la orden no llegaba a sus piernas y debió aprender a caminar nuevamente. Pero no todo terminó allí.
A poco de recuperarse, Laura Fidalgo sufrió una dura caída en bicicleta que desencadenó en la rotura del ligamento posterior. «Las rodillas que te dieron tu mamá y tu papá, ya no las tenés”, fueron las palabras que la bailarina escuchó ese fatídico 2017 de parte de los médicos. Desde entonces, decidió dedicarse a dar clases.
Fue en una reciente entrevista que Laura Fidalgo confesó cómo tomó la decisión de dejar de bailar y cómo ello la afectó: “Fue llorar, llorar y llorar. Y en ese entonces no había tomado conciencia, porque pensaba que si me esforzaba en la recuperación, iba a poder volver a bailar. Pero, a medida que iba pasando el tiempo, me di cuenta de que no sería así y caí en una gran depresión”.
“Yo era ‘la Messi de la danza’, pero cuando me rompí no quedó nadie, salvo mi familia y mis afectos de toda la vida. Los amigos del campeón desaparecieron. Fue lo que me pasó en la realidad. De repente, estaba sujeta a dos barras intentando caminar, cuando desde los tres años no había hecho otra cosa más que bailar”, expresó la bailarina.
Laura Fidalgo abrió su corazón
Invitada a Implacables (Canal Nueve), Laura Fidalgo relató: “La pandemia fue algo bastante duro en general para todos… yo gracias a Dios estoy de pie, cada uno con sus batallas. Soy una gladiadora de la vida, como todos. Pero bueno, en la pandemia me pasaron muchas cosas. Me fui a la casa de mis viejos en Flores porque mi papá falleció en septiembre y estuve abocada 100% a ellos”.
“Soy gracias a ese amor materializado. Él tuvo cáncer de colon y todo lo que eso conlleva en pandemia. Sostener el estudio… todos me decían que lo dejara, que lo vendiera, pero es mi lugar. Es el esfuerzo de toda la vida. Pasaron muchas cosas. Lo que me pasó en las piernas fue algo muy duro… Me rompí los ligamentos cruzados primero de una y después de la otra pierna. Me operé, seguí rehabilitándome, pero nunca más volví a bailar. Yo siempre canalicé mucho por ahí. Sé que tengo una misión, que por medio del arte uno sana y da esa energía, ese ida y vuelta en el escenario. El arte es sanador como el deporte”, manifestó.