Las empresas YPF y Shell firmarán un memorándum de entendimiento (MOU) para desarrollar la exportación de Gas Natural Licuado (GNL) desde la formación de Vaca Muerta, consolidando uno de los proyectos más importantes en la historia energética de Argentina. El acuerdo contempla exportaciones equivalentes al 30% de la producción nacional de gas, con un valor estimado en US$ 7.000 millones anuales durante dos décadas.
El presidente de YPF, Horacio Marín, viajó a los Países Bajos para reunirse con el directorio de Shell y cerrar los últimos detalles del convenio. El proyecto operará inicialmente con dos barcos de licuefacción que estarán ubicados en el Golfo San Matías, Río Negro, permitiendo procesar el gas y transportarlo en buques a mercados internacionales.
Un cambio clave en el sector energético
Este acuerdo llega en un momento crítico para la industria petrolera argentina, con el objetivo de posicionar al país como un jugador relevante en el mercado global de gas. Shell aportará su expertise técnico y será el encargado de la demanda del producto en mercados internacionales, tomando el lugar que hasta ahora ocupaba Petronas, cuya salida del proyecto parece inminente.
Con la modalidad de Project Finance, YPF buscará financiamiento en bancos internacionales y fondos de inversión, reduciendo el riesgo para la empresa y el Estado argentino. Además, el proyecto incluirá a otras compañías productoras de gas como PAE, Pampa Energía y Tecpetrol, promoviendo un esquema colaborativo dentro de la industria.
Infraestructura estratégica
Uno de los principales desafíos del proyecto será la construcción de gasoductos exclusivos para la exportación, conectando Vaca Muerta con las costas del Atlántico en Río Negro. Estas obras, de más de 400 kilómetros de extensión, son esenciales para garantizar el abastecimiento continuo de los barcos de licuefacción.
Por ahora, el MOU descarta la construcción de una planta de licuefacción terrestre, optando por los barcos debido a su mayor flexibilidad y menor riesgo económico. Esta decisión permite avanzar rápidamente en las exportaciones mientras se evalúan inversiones futuras de mayor envergadura.
Beneficios y proyecciones
Este acuerdo se enmarca en un contexto favorable tras recientes medidas del Gobierno que otorgan mayor flexibilidad a las multinacionales para girar divisas al exterior desde proyectos maduros en Vaca Muerta. Además, YPF adquirió recientemente el yacimiento Sierra Chata, que aportará 4 millones de metros cúbicos diarios al proyecto.
El presidente Javier Milei recibió semanas atrás a directivos de Shell, quienes anticiparon la concreción del acuerdo, destacando su importancia estratégica. Con este proyecto, Argentina podría no solo reducir su dependencia de importaciones energéticas, sino también generar ingresos significativos en divisas que impulsen la economía nacional.
YPF y Shell apuestan a que el gas de Vaca Muerta se convierta en un motor clave para el crecimiento económico, ampliando el horizonte energético del país y consolidándolo como proveedor confiable de GNL en el mercado global.