El Gobierno reduce retenciones al agro, y pierde 0,13% del PBI. El recorte temporal de retenciones anunciado por el Gobierno tendrá un impacto fiscal significativo, al representar una pérdida de recaudación equivalente a 0,13% del PBI, según estimaciones oficiales. La medida, que se publicará vía decreto, es parte de un intento por aliviar la carga impositiva sobre el sector agropecuario, aunque también genera un llamado a las provincias y municipios para que apliquen sus propios ajustes tributarios.
El ministro de Economía, Luis Caputo, oficializará este lunes los detalles del decreto que establece la reducción de derechos de exportación a productos agropecuarios, un reclamo recurrente de la Mesa de Enlace. La medida llega en un contexto de presión por parte de los productores, quienes enfrentan una difícil situación económica agravada por la sequía y la caída de los precios internacionales.
Una medida con alto costo fiscal
El impacto fiscal de la baja de retenciones agropecuarias asciende a 800 millones de dólares, cifra que representa casi la mitad del superávit financiero alcanzado por el Estado nacional en 2024, según precisó Caputo. En términos de Producto Bruto Interno, este recorte implica una merma de 0,13%, mientras que la eliminación total de los derechos de exportación requeriría un superávit de 8.000 millones de dólares, una cifra aún inalcanzable para el gobierno actual.
Caputo justificó la medida al destacar que mejorará la recaudación de impuestos coparticipables y aseguró que esto generará mayores transferencias automáticas a las provincias. Sin embargo, remarcó la necesidad de que los gobiernos provinciales e incluso los municipios contribuyan al esfuerzo fiscal reduciendo su propia presión tributaria, que incluye tasas locales como Ingresos Brutos y contribuciones municipales.
Expectativa ante la Mesa de Enlace
La rebaja llega semanas antes de la reunión entre Caputo y los representantes de la Mesa de Enlace agropecuaria, quienes consideran esta medida un paso inicial, pero insuficiente. La dirigencia rural había exigido una baja inmediata de las retenciones en un escenario crítico para la actividad, caracterizado por altos costos en dólares y una competencia internacional desleal.
Caputo reconoció las dificultades del sector, pero enfatizó que cualquier reclamo adicional debería orientarse hacia las provincias y municipios, destacando la importancia de reducir impuestos distorsivos para mejorar la competitividad del agro.
Presión sobre provincias y municipios
El ministro fue contundente al afirmar que la medida tiene un efecto indirecto positivo para las arcas provinciales. «Este recorte en retenciones es un alivio para el campo y, al mismo tiempo, genera un aumento en los tributos coparticipables. Sería razonable que las provincias también revisen sus cargas fiscales», subrayó Caputo.
El anuncio de que el Gobierno reduce retenciones marca un nuevo capítulo en la relación entre Javier Milei y el sector agropecuario, mientras el Ejecutivo intenta equilibrar las demandas del campo con la necesidad de mantener el orden macroeconómico. Por ahora, el foco se mantiene en cómo las provincias responderán al llamado de Nación para un ajuste en sus tributos.
La tensión entre el alivio fiscal para el agro y la presión sobre las provincias podría definir el panorama tributario en los próximos meses, mientras el sector sigue reclamando medidas más profundas.