Muy fuerte fue lo que sucedió a fines del año pasado con Tato Young, y es que el pasado septiembre el periodista tuvo que ser internado de urgencia por un accidente cerebrovascular. El comunicador se recuperó exitosamente, y después de meses, rompió el silencio en Puro Show, el ciclo conducido por Pampito y Matías Vázquez para Canal Trece.
En primer lugar, Tato Young explicó a los televidentes qué fue lo que le sucedió: «En septiembre del año pasado me empezó a doler la cabeza, me estalló un aneurisma. Es algo que tenemos algunos de nacimiento y en algunos casos se produce una ruptura de una arteria del cerebro y se te inunda de sangre la cabeza. Eso hay que operarlo urgente o sonaste. Logré llamar a la urgencia, me salvaron la vida»
Luego, contó: «Estoy bien, mucho mejor de lo que todo el mundo esperaba. Increíblemente zafé, un milagro. Hay explicaciones, algunas médicas y otras que no son médicas. Estuve del otro lado y volví. Estuve 63 días internado, una locura. Me durmieron para operarme, estuve viajando por el espacio 35 días. La recuperación es lenta, fui volviendo de a poco».
«Le perdí el miedo a la muerte. Obviamente que sí me quedó una aprensión al dolor y a que me pinchen, a todo lo que tiene que ver con la intervención. Estuve demasiados días internado. De los primeros 35 días no me acuerdo nada, en el viaje estaba totalmente solo. Cuando te vas a morir estás solo, yo estaba más del otro lado que de este lado. Son alucinaciones, viajaba mucho en una nave espacial, estuve metido en escenas de películas, se mezcla todo. Después fui a un lugar de rehabilitación, donde estás todo el tiempo conviviendo con gente que está muy mal», continuó.
«Hay algunos señales, yo venía de un año sin parar. Había acompañado a mi hijo más chico de viaje de egresados y al ritmo de pibes de 18 años. Venía muy agitado, me empecé a sentir mal. No estaba bien pero pensé que se me iba a pasar. Ese día falté a la radio porque no me sentía bien. No puedo describir el dolor, no me acuerdo de nada por suerte», relató Tato Young.
«Durante todo el proceso estás como en dos planos. Es parte de lo que hace el cerebro para protegernos del dolor. Ese otro lado es de confort, el cerebro te cuida y te evita el dolor. Yo siempre fui muy familiero, siempre recibí mucho afecto. Apenas me desperté ellos me querían matar, yo la pasé bastante bien. Ellos estaban muy amargados, ahí me di cuenta que yo estaba de viaje y ellos estaban sufriendo. Me dijeron ‘mirá que si vos te morías estaba todo mal’. Yo en ese momento no lo pensé, estaba en otro plano», recordó.
«Cuando empezás a reconectar con la realidad te das cuenta de todo eso. Estuve más cerca de la muerte que de la vida. En un momento dado pasó pero yo todo ese proceso no lo registré. Cuando volví me dio miedo el dolor físico, fueron más de dos meses. Fue un proceso el reencuentro, no es que de golpe se prende la luz. En la radio voy a hacer un solo programa, bajo la cantidad de horas para empezar despacio, no estoy al cien por ciento», cerró el periodista.