Economistas de diferentes ramas ideológicas consideran un logro del Gobierno nacional, el hecho de que el ritmo del Índice de Precios al Consumidor (IPC) haya disminuido a un valor de entre 2% y 3% mensual, pero hay dudas respecto de cómo evolucionará en el futuro.
Se aproximan algunos ajustes sensibles, como los aumentos de las tarifas de los servicios públicos y las subas estacionales por el comienzo de clases. Sin embargo, también se presentan otros escenarios que podrían empujar al IPC hacia abajo, como la disminución del crawling peg (ritmo de devaluación mensual) o la postergación del aumento del impuesto a los combustibles líquidos.
Estimaciones de inflación para febrero
Durante enero, los datos preliminares sugieren que la variación del índice de precios podría haber rondado entre 2% y 2,5%. Sin embargo, las expectativas para febrero varían dependiendo de los factores que los economistas consideran relevantes.
Melisa Sala, economista de LCG, proyecta una inflación de 2,5% para febrero, considerando que este sería el techo para el mes. «Vemos que la inflación se está desacelerando, pero creemos que la evolución de los precios seguirá contenida, siempre y cuando no ocurran eventos imprevistos». En su opinión, aunque la inflación ha mostrado signos de moderación, factores como los ajustes en tarifas de servicios públicos o el impacto de la estacionalidad en sectores como la educación podrían generar presiones.
Damián Di Pace, de Focus Market, tiene una perspectiva más prudente y proyecta que la inflación de febrero se mantendrá en niveles similares a los de enero, alrededor del 2,5%. «En febrero se verá algo de impacto de la estacionalidad relacionada con el comienzo de clases, pero los aumentos de servicios regulados estarán por debajo del promedio».
Expectativas de desaceleración y riesgos
Agustín Etchebarne, director de Fundación Libertad y Progreso, tiene una visión optimista y espera que la inflación de febrero pueda incluso perforar el 2%. «Creemos que enero terminará cerca del 2% y febrero podría registrar una cifra algo más baja, cerca del 1,7%».
José Vargas, de Evaluecon, también tiene una perspectiva optimista, esperando que la inflación de febrero se ubique cerca del 2%. «Febrero es un mes no estacional, por lo que creemos que la inflación se mantendrá en niveles cercanos al 2% o tal vez un poco por debajo. Sin embargo, hay factores que podrían influir en un aumento leve».
Por otro lado, Daniel Garro, director de la consultora Value International Group, considera que en febrero la variación del IPC seguirá estando por encima del 2%, pese a la incidencia de otros factores, como la baja del crawling peg y la reducción del impuesto a un segmento de los autos.
El impacto del menor ritmo de devaluación
Sala considera que la disminución del crawling peg podría tener un efecto positivo en las expectativas de inflación. «Si el ritmo de devaluación se desacelera, podría anclar las expectativas de los actores económicos y ayudar a moderar la inflación». Sin embargo, también destaca que la inflación en servicios, que ha sido más alta en los últimos meses (4,4% en diciembre), podría no verse tan afectada por la desaceleración del crawling peg.
Por su parte, Di Pace comenta que los efectos del crawling peg no se verán reflejados de inmediato. «El impacto real sobre los precios mayoristas se sentirá con rezago, ya que los precios minoristas se ajustan cuando hay reposición de mercaderías».
Desde la óptica de Agustín Etchebarne, el ritmo de ajuste cambiario tiene un impacto directo, pero este es solo un componente dentro de un panorama más amplio. «Lo importante sigue siendo el superávit fiscal y la consistencia de la política monetaria».
El impacto de la baja de las retenciones
Los economistas coinciden en que el impacto en los precios internos de la baja de los derechos de exportación no será inmediato ni contundente. Sala asegura que, en principio, la reducción de las retenciones podría ejercer una presión alcista sobre los precios. No obstante, subraya que este efecto no será de gran magnitud debido a que la medida tiene carácter temporal.
Di Pace también considera que la baja de retenciones no tendrá un impacto significativo en el mercado interno. «Este ajuste está más enfocado en el mercado cambiario y en la liquidación de materias primas en los mercados internacionales».
En línea con otros economistas, Etchebarne dijo: «Si bien podría haber una leve subida de precios en productos como la carne o el maíz, el efecto no será significativo».
Aumentos de tarifas y su impacto en la inflación
Los economistas coinciden en que el aumento de las tarifas de los servicios públicos es uno de los mayores desafíos para contener la inflación en el corto plazo.
«Ese es el gran desafío para 2025. A la reestructuración de precios relativos todavía le falta un rato, no solo en servicios públicos, sino en general. Todavía falta bastante tiempo para que esa reestructuración se termine», explica Daniel Garro.
Sala proyecta que los aumentos de tarifas estarán contenidos en un nivel moderado, pero no suficientes para generar una disminución de la inflación a niveles por debajo del 2%. «No esperamos una inflación mensual del 1% en los próximos meses».
Di Pace también advierte que los aumentos de tarifas serán un desafío. «El objetivo es evitar que los aumentos impacten de manera drástica en el IPC. Si bien marzo es un mes estacionalmente fuerte, esperamos que la inflación se mantenga controlada».