Todas las miradas parecen estar puestas en la variedad de uva Aglianico. El motivo radica en el hecho de que distintos científicos de un grupo de universidades italianas han publicado un estudio acerca de los posibles beneficios para la salud de un suplemento especialmente diseñado y que se elabora a partir del hollejo de la uva insignia de Campania.
De acuerdo con este artículo, las uvas Aglianico podrían evitar la ceguera en pacientes diabéticos. Las estadísticas revelan que casi una cuarta parte de los pacientes con diabetes tipo 2 experimentarán algún tipo de retinopatía diabética (RD) después de su diagnóstico. La afección produce la degradación progresiva de la retina, lo que finalmente da lugar a la pérdida de la visión. En muchos países del mundo, se trata de la principal causa de ceguera evitable en adultos.
Mientras distintas compañías farmacéuticas buscan posibles tratamientos, los investigadores, en colaboración con el Centro de Investigación de Alimentos para el Cuidado de la Salud Inventia Biotech en Campania, pueden haber encontrado una respuesta inesperada. Su estudio publicado recientemente da cuenta de que la variedad Aglianico, una de las uvas más populares de la región para la elaboración de vino, también puede tener propiedades medicinales.
La clave del compuesto
El estudio inició mediante el aislamiento de uno de los factores más determinantes que contribuyen a la hinchazón de la retina causada por la retinopatía diabética: el estrés oxidativo. Un combatiente clave del estrés oxidativo resulta ser un grupo de compuestos naturales y muy comunes que se encuentran en la piel de la uva y en el propio vino: los polifenoles. En ese sentido, los científicos lograron desarrollar un polvo nutracéutico elaborado a partir de la uva Aglianico para ver si el aislamiento y la concentración de los compuestos polifenólicos podrían ayudar a reducir la hinchazón de la retina.
Ettore Novellino, profesor de química medicinal en la Universidad de Nápoles y Federico y Gian Carlo Tenore, del departamento de farmacia de la universidad, consiguieron patentar con éxito el extracto de hollejos de uva maltodextrinado (MaGPE) como un inhibidor probado del estrés oxidativo para el tratamiento de la degeneración macular relacionada con la edad en el año 2023. En este estudio más reciente, Novellino y Tenore ampliaron su investigación al asociarse con más investigadores de universidades vecinas para desarrollar una formulación nutracéutica ligeramente diferente basada en MaGPE, con la esperanza de que demostrara tener propiedades medicinales similares para quienes padecen retinopatía diabética.
El proceso de elaboración consistió en un preparado que se obtuvo a partir de uvas Aglianico cosechadas y recolectadas en otoño de 2020. Para la producción del extracto de polifenoles, las uvas se extrajeron con agua a 50 °C, seguido de una filtración, concentración y un proceso de secado por aspersión con maltodextrinas como soporte para obtener un polvo fino microencapsulado.
La función de los polifenoles
Luego de las pruebas de rigor, que consistían en un ensayo clínico aleatorizado y controlado con placebo a 99 pacientes con retinopatía diabética, donde aproximadamente a la mitad de los participantes se les recetó el polvo de MaGPE como suplemento oral, los resultados dieron cuenta de que el grupo de participantes que tomó el compuesto presentó «una agudeza visual mejorada, una reducción en el espesor central de la retina y una estabilización de la perfusión vascular (hinchazón)», así como otros marcadores de estrés oxidativo reducido en la retina. «Estos hallazgos sugieren que la suplementación con MaGPE reduce de manera eficaz la hinchazón de la retina y el estrés oxidativo, lo que contribuye a mejorar los resultados visuales en pacientes con RD«, concluyó el estudio.
En el vino, los polifenoles son formas de compuestos químicos procedentes de las uvas. En particular, los vinos tintos presentan una alta concentración de esta sustancia, en razón de la maceración de las pieles de las uvas durante la fermentación. Específicamente, las antocianinas son responsables de este fascinante fenómeno. En concreto, estas sustancias interactúan con el alcohol y la acidez del vino, dando como resultado un abanico de tonalidades y colores que varían desde el rojo rubí hasta el morado intenso por obra de sus cualidades antioxidantes.
Los polifenoles se categorizan en varias clases, entre las que se cuentan los flavonoides, ácidos fenólicos, estilbenos y lignanos. Por su parte, los flavonoides representan el tipo más común de polifenoles y se hallan presentes en una amplia variedad de alimentos, tales como las frutas, verduras, el té, el chocolate y, desde luego, el vino.
