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ECONOMÍA

El acuerdo con el FMI entusiasma a los inversores y los mercados festejan por adelantado: la salida del cepo estaría más cerca

Las apuestas del Ejecutivo están enfocadas en continuar reduciendo la inflación, para llegar a las elecciones con un índice del 1%.

FMI
El FMI podría prestarle a Argentina hasta USD 20.000 millones, incluyendo USD 8.000 millones en fondos frescos, según

Todavía sin acuerdo firmado y con la negociación en marcha, el Gobierno ha logrado instalar la percepción de que el entendimiento con el Fondo Monetario Internacional (FMI) es prácticamente un hecho. Sin haber visto un solo renglón del convenio, los mercados reaccionaron con optimismo: los bonos argentinos cerraron la semana con una notable mejora y el riesgo país perforó los 700 puntos, luego de haber alcanzado los 780 pocos días atrás.

El escándalo generado por la criptomoneda $LIBRA, que afectó la imagen presidencial, obligó a una respuesta inmediata. Para el Gobierno, la mejor manera de compensar un revés es con una noticia positiva que refuerce la confianza de los mercados. En este contexto, el respaldo de Donald Trump a Javier Milei y los anuncios en torno al FMI buscaron neutralizar los efectos adversos del episodio.

Luis Caputo, ministro de Economía, mantiene su proyección de alcanzar un acuerdo dentro del «primer cuatrimestre». Sin embargo, el horizonte de abril parece demasiado lejano ante la volatilidad del mercado y la tensión financiera en Wall Street. Tanto el comunicado oficial del jueves como la nota firmada por el presidente Milei dejaron en claro que el objetivo primordial es fortalecer las reservas netas, que según estimaciones de Fernando Marull aún se encuentran en terreno negativo, en torno a los USD 4.000 millones.

En cuanto al desembolso inicial que el FMI estaría dispuesto a realizar, las cifras varían. Algunos bancos de inversión estiman montos de hasta USD 20.000 millones, aunque fuentes cercanas al equipo económico se muestran más cautelosas y sitúan la cifra entre USD 12.000 y USD 15.000 millones. Este capital permitiría no solo cumplir con los pagos al propio Fondo, sino también robustecer la intervención del Banco Central en el mercado cambiario en los próximos meses.

Expectativa en los mercados y señales sobre la salida del cepo

Para los inversores, el avance de las negociaciones con el FMI es una señal positiva, principalmente porque despeja incertidumbre sobre los próximos vencimientos de deuda, como el de julio, que asciende a USD 4.500 millones.

Sin embargo, lo que más entusiasma a los mercados es la posibilidad de que el acuerdo facilite la salida del cepo cambiario. Tanto el Gobierno como el propio FMI coinciden en que la normalización del esquema cambiario es un paso clave para atraer inversiones.

Aunque hay indicios sobre cómo sería el esquema final sin restricciones, todavía persisten dudas sobre el camino hacia ese objetivo. Se especula con la posibilidad de una reducción gradual del dólar blend, que actualmente permite a los exportadores liquidar el 20% de sus ventas al mercado financiero. Sin embargo, Caputo descarta esta opción, ya que busca preservar un flujo constante de dólares que evite presiones sobre el tipo de cambio.

También se analiza la flexibilización de restricciones para las importaciones, en especial la reducción del plazo de 30 días para acceder a dólares oficiales, una barrera que afecta a muchas empresas con limitaciones en el financiamiento. Otra alternativa en discusión es la eliminación de la denominada “restricción cruzada”, que impide a las empresas operar en el mercado de contado con liquidación (CCL) o MEP si previamente accedieron al dólar oficial.

El interrogante central es cuál será el tipo de cambio de equilibrio una vez que desaparezcan las restricciones. Economistas como Domingo Cavallo y Ricardo López Murphy han advertido sobre los riesgos de mantener un dólar artificialmente bajo, señalando que es preferible un ajuste gradual en lugar de un salto abrupto tras la eliminación del cepo.

La estrategia del Gobierno: evitar una devaluación

Caputo sostiene que esta vez “será diferente”, argumentando que la clave para sostener la estabilidad cambiaria radica en el superávit fiscal y la eliminación del financiamiento del Tesoro con emisión monetaria. En las últimas semanas, tanto el ministro como su equipo económico han enfatizado el concepto del “ancla monetaria”, es decir, la reducción de la cantidad de pesos en circulación como mecanismo para contener la inflación y evitar una devaluación brusca.

El desafío, sin embargo, radica en sostener la recuperación económica en el mediano plazo. Si bien algunos sectores como energía, minería y agro muestran signos de crecimiento, otros como el consumo masivo continúan rezagados y actividades como la construcción y la pesca aún permanecen en recesión.

La inflación y el horizonte electoral

El próximo viernes se conocerá la inflación de febrero, que según las proyecciones oficiales no habría perforado el 2% y se ubicaría en torno al 2,2%, impulsada por el aumento del precio de la carne. Marzo es tradicionalmente un mes de alta estacionalidad, por lo que el Gobierno apunta a que recién en abril la inflación mensual pueda quedar por debajo del 2%.

Todas las apuestas del Ejecutivo están enfocadas en continuar reduciendo la inflación, con el objetivo de llegar a las elecciones legislativas de octubre con un índice que inicie con “1”, un hito que Milei busca capitalizar políticamente para consolidar su gestión.