En un decreto reciente, el Gobierno de Javier Milei reconoció que la economía argentina enfrenta una situación de «urgencia» y «gravedad» que lo obliga a tomar medidas excepcionales. Así lo expone el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) publicado en el Boletín Oficial, donde se justifica la cancelación de operaciones de crédito con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y una reestructuración de deuda asumida con el Banco Central.
El economista Luis Secco llamó la atención sobre ciertos fragmentos del decreto que no formaban parte del discurso oficial hasta ahora. «Estos párrafos del DNU sobre el Acuerdo con el FMI hablan de una urgencia y gravedad que no formaba parte del discurso oficial sobre la dinámica económica actual», advirtió en su cuenta de X (ex Twitter).
En el documento oficial, el Ejecutivo argumenta que la «volatilidad de las variables económicas» y la «incertidumbre» impactan en la inflación y la pobreza. Además, señala que la «baja calidad del activo del Banco Central» impide aplicar vías legislativas ordinarias, lo que hace imperativo el uso de un decreto.
Uno de los fragmentos más llamativos del decreto afirma que «la gravedad de la situación» requiere «solucionar de manera inmediata la situación en la que se encuentra el activo de la autoridad monetaria (BCRA)», por lo tanto, es necesario «cancelar deuda con el FMI» para «garantizar el orden público económico». Esta admisión contradice la narrativa del gobierno, que hasta ahora aseguraba que la situación financiera estaba bajo control y que las reformas estructurales eran suficientes para estabilizar la economía.
El ajuste del 2024 no alcanzó para generar la estabilidad económica esperada por el Gobierno de Javier Milei
En los últimos meses, Milei ha insistido en que su plan de ajuste y desregulación traería resultados positivos a mediano plazo. Sin embargo, este decreto reconoce de manera explícita que la crisis requiere medidas urgentes y excepcionales, dejando en evidencia la fragilidad del escenario económico actual, a pesar del fuerte ajuste del 2024.
Con este reconocimiento oficial, surgen interrogantes sobre la estrategia del gobierno en sus negociaciones con el FMI. Si la situación es tan grave como lo indica el decreto, podría haber presiones para renegociar términos de pago o incluso buscar asistencia adicional. Por ahora, el gobierno mantiene silencio sobre las implicaciones políticas y económicas de este inesperado giro en su discurso.
