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ECONOMÍA

La presión impositiva sobre el campo cayó al nivel más bajo en cinco años tras la baja de retenciones

La renta agrícola destinó un 58% al pago de impuestos , según FADA. Aunque hubo alivio por la baja de retenciones , el sector aún reclama cambios.

Campo
La presión impositiva sobre la renta agrícola cayó al 58% tras la baja de retenciones, el nivel más bajo en cinco años, aunque el sector sigue reclamando alivios.

La presión impositiva sobre el campo cayó al nivel más bajo en más de cinco años y se ubicó en 58%, de acuerdo con el último informe de la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA). La reducción responde principalmente a la baja temporal en las retenciones a los cultivos, que permitió un nivel de alivio fiscal para el sector.

El informe muestra que el peso de los impuestos bajó 6,3 puntos respecto a la medición anterior, cuando alcanzaba el 64,3%. Esto significa que, actualmente, de cada 100 pesos generados por el campo, $58 se destinan al Estado, mientras que hace unos meses eran $64.

La baja de retenciones alivió parcialmente la carga fiscal

Nicolle Pisani Claro, economista jefe de FADA, explicó que «aunque la carga impositiva bajó levemente desde la última medición, aún sigue siendo alta. Más de la mitad se lo queda el Estado». Y agregó: “Si esa mochila fuera más liviana, ayudaría a que haya más inversiones, más producción, más trabajo y más consumo en general”.

La disminución se explica por dos factores: la baja en los Derechos de Exportación (DEX) y una leve mejora en los precios internacionales de los granos. Sin embargo, el informe advierte que este alivio fue compensado parcialmente por aumentos en otros costos, como los fletes y las labores.

FADA también detalló cómo se reparte la renta agrícola : un 58% va al pago de impuestos , otro porcentaje a la renta de la tierra y el resto al resultado agrícola. En trigo, la presión fiscal sube hasta el 72,6%; en soja es de 62,4%, girasol 55,1% y maíz 49,7%.

El peso de los impuestos provinciales y municipales también influyó

En cuanto al origen de los tributos, los impuestos del campo no coparticipables representaron el 57,7% del total, mientras que los coparticipables fueron el 34,2% y los provinciales y municipales el 7,1%. Si bien la baja de retenciones redujo el peso de los tributos nacionales, otros impuestos locales contrarrestaron ese efecto.

El informe señala que el Inmobiliario Rural tuvo subas de entre el 20% y el 190%, dependiendo de la provincia, mientras que muchas tasas viales municipales también se incrementaron de forma significativa. Al estar fijadas en pesos, estas cargas tienen mayor peso en los primeros meses del año.

A esto se suma que los precios de los insumos, medidos en dólares oficiales, se mantuvieron estables o incluso bajaron. Sin embargo, los costos de labores y fletes crecieron entre un 3,5% y un 5,5% desde diciembre. En la comparación anual, las labores son hasta un 37% más caras, y las fletes aumentaron un 60%, superando incluso los valores en dólares del año pasado.

Desde FADA concluyeron que, a pesar del descenso, la presión impositiva sigue siendo una carga considerable para el campo y remarcaron la necesidad de avanzar en un esquema más equilibrado.