Aunque en la superficie todo parece en calma, dentro de Boca hay tensiones latentes que empiezan a inquietar a los hinchas. La relación entre Fernando Gago y Juan Román Riquelme no atraviesa su mejor momento y, con el próximo mercado de pases en el horizonte, no solo se habla de refuerzos: el nombre de Gerardo Martino vuelve a sonar con fuerza como posible nuevo entrenador.
Según el medio Somos Boca, el Tata es uno de los preferidos de la dirigencia para tomar el mando si la situación se complica. De hecho, no sería la primera vez que Boca intenta contratarlo. En su momento, el propio Martino confesó en TyC Sports: «Lo pensé mucho. Estaba sin trabajo y tuvimos una charla interesante, pero Boca necesitaba una respuesta rápida y traté de decidir lo más rápido posible. Me costó no aceptar».
El Superclásico, una final para Gago
Más allá del interés en Martino, la continuidad de Gago depende de un solo partido: el Superclásico frente a River. La eliminación temprana en la Copa Libertadores dejó al entrenador sin margen de error. Aunque su equipo ha mostrado signos de recuperación, una derrota ante el eterno rival podría acelerar su salida del club de La Ribera.
Curiosamente, en el banco contrario tampoco todo es color de rosa. Desde el lado de River también existen dudas sobre el futuro de Marcelo Gallardo, por lo que el Superclásico podría marcar un antes y un después para ambos equipos.
El Kily González, otro nombre en la lista
Mientras tanto, aparece otra alternativa para el banco de Boca: Cristian «Kily» González. Actual entrenador de Unión de Santa Fe, el exfutbolista tiene un pasado xeneize entre 1995 y 1996, y su perfil encaja con la filosofía que pretende Riquelme para el equipo.
En la previa de un duelo entre Unión y Rosario Central, surgieron rumores que vinculaban al Kily con Boca. Sin embargo, el propio entrenador salió al cruce de las versiones: «En el fútbol siempre hay rumores, pero en la situación en la que estamos en Unión, sería una falta de respeto pensar en Boca», declaró en conferencia de prensa.
Consultado sobre si había tenido contactos con la dirigencia azul y oro, fue claro: «No recibí ningún llamado. La gente que está en Boca me conoce y sabe cómo me manejo. Estoy muy comprometido con este club desde que llegué», aseguró el Kily, cerrando por ahora cualquier especulación.
