Boca Juniors continúa sin definir quién será su próximo entrenador, y mientras todas las miradas apuntan a Miguel Ángel Russo como el principal candidato, una inesperada figura internacional se metió en la conversación: nada menos que Gianni Infantino, presidente de la FIFA. El dirigente lanzó una declaración que tomó por sorpresa a propios y extraños, con un mensaje directo a Juan Román Riquelme.
En una entrevista con el periodista Andrés Cantor, el mandamás del fútbol mundial fue consultado sobre posibles técnicos para el Xeneize, pero lejos de recomendar un nombre, lanzó una frase que se viralizó de inmediato: “Voy yo, si Riquelme quiere. Llamamos a Román y vamos. Tengo el traje, lo puedo hacer muy bien”, dijo, entre risas, dejando entrever la buena relación que mantiene con el actual presidente de Boca.
Una broma que sacudió las redes
La afirmación de Infantino fue en tono distendido, pero no por eso pasó desapercibida. De hecho, cuando Cantor le recordó que a Riquelme suelen gustarle los técnicos interinos, como Mariano Herrón, el italiano retrucó: “Lo importante son los jugadores”, con una sonrisa. La escena rápidamente fue replicada por medios y fanáticos, generando un aluvión de comentarios.
Mientras tanto, el plantel de Boca fue licenciado hasta el martes, luego de la eliminación en la Copa de la Liga. El breve ciclo de Herrón llegó a su fin, y ahora la dirigencia trabaja para cerrar al reemplazante de Fernando Gago, quien dejó el cargo en medio de la irregular campaña.
Russo, el principal apuntado
Aunque aún no hubo confirmaciones oficiales, todas las señales apuntan a Miguel Russo, actual técnico de San Lorenzo, como el hombre elegido para tomar las riendas. Russo tiene una historia importante con el club y podría regresar para liderar el equipo en el Mundial de Clubes, una cita clave en el calendario xeneize.
Por ahora, el entrenador se prepara para disputar la semifinal del torneo local frente a Platense, este domingo. Una vez finalizado ese compromiso, se espera que Boca avance en las negociaciones formales, aunque desde el entorno del club aseguran que “todavía no hay nada cerrado”.
El cruce entre humor y realidad dejó una perlita insólita en el mundo Boca, que atraviesa horas decisivas en busca de un nuevo conductor. Y aunque la frase de Infantino fue solo una broma, no deja de ser un reflejo del peso simbólico que tiene el banco de suplentes de la Bombonera.