El hecho de compartir la zona C en el Mundial de Clubes con dos equipos europeos como Bayern Múnich de Alemania y Benfica de Portugal, más allá de la presencia de Auckland City de Nueva Zelanda para compensar, ya planteaba para Boca una muy exigente primera fase al margen de cómo llegara en la previa. Sin competencia internacional desde hace meses, por no haber podido superar a Alianza Lima de Perú en el repechaje a la fase de grupos de la Copa Libertadores, y habiéndose quedado eliminado en cuartos de final del Torneo Apertura 2025 ante Independiente, el nivel futbolístico actual no invita a soñar con grandes hazañas.
Otro objetivo que tendrá Miguel Angel Russo como punto de partida es la reestructuración de un vestuario que ya se mostraba desgastado en su relación con Fernando Gago y que también ha sufrido el deterioro en el vínculo entre algunos de sus referentes. En ese sentido, su palabra tendrá peso en la incorporación de jugadores y en la venta de otros en el mercado, pero también una función determinante a la hora de convencer a los que están hoy de la necesidad de fortalecer esas relaciones y reducir los conflictos en pos de una misma meta.
En el club boquense no quieren ni pensar en la posibilidad de que 2026 vuelva a encontrarlo sin la posibilidad de participar del cuadro principal del máximo trofeo continental. Más que un desafío, es una obligación cumplir un destacado papel en el Clausura del segundo semestre e intentar adueñarse de la Copa Argentina para no sucumbir en el fracaso nuevamente. Cabe destacar que los seis cupos para representantes argentinos se repartirán entre los campeones de los dos campeonatos domésticos y la copa nacional, más los tres mejores clasificados en la tabla general de la temporada, excluyendo a quienes ya lo hayan logrado por alguna de las vías anteriores.
Excepto que el “Xeneize” logre conquistar el certamen en Norteamérica, lo que sería una hazaña completamente inesperada, el propio Russo deberá afrontar el primer Superclásico de su tercer ciclo en la institución sin haber tenido la posibilidad de ganar anteriormente un título que respalde el proceso. Llegado el caso de perder ante River en el Clausura podría ser un golpe duro para el DT y el plantel.
Siempre, en ese caso, las circunstancias tendrán gran influencia y el después dependerá en gran parte de cómo haya llegado el conjunto azul y oro a dicho partido, pero el desafío siempre será ganarlo, porquese disputará en La Bombonera y porque acumula dos derrotas consecutivas en los últimos enfrentamientos.
