La presencia de Boca en el Mundial de Clubes en Estados Unidos no solo generó repercusión por su debut en el certamen, sino también por el fenómeno que provocaron sus hinchas en Miami. Desde las playas hasta las tribunas del Hard Rock Stadium, el aliento incesante del pueblo Xeneize captó la atención del mundo del fútbol, incluso de figuras de clubes que aún no debutaron.
Entre ellos, quien no pudo evitar rendirse ante semejante demostración de fervor fue Brahim Díaz, futbolista del Real Madrid. El talentoso mediapunta, oriundo de Málaga, se refirió con admiración al impacto que generaron los hinchas argentinos en su primera aparición en el torneo. “Sinceramente he visto esos videos y me parece increíble. Están todos ahí en la playa, disfrutando, y luego se los ve en el campo que dan todo. No sé cómo lo hacen”, declaró tras un entrenamiento del conjunto español.
Un elogio con respeto por el escudo blanco
Al ser consultado por la prensa sobre su simpatía hacia Boca, Brahim prefirió mantener la cautela y la fidelidad al club al que representa: “Me gusta el Real Madrid”, respondió, con una sonrisa que acompañó su respuesta diplomática. El Merengue, que también se encuentra instalado en Miami para su estreno ante Al Hilal, compartió ciudad con los argentinos y no pasó por alto la magnitud del fenómeno Xeneize.
Las imágenes virales de la marea azul y oro no solo circularon por redes sociales y medios sudamericanos, sino que también llegaron a ojos de las delegaciones europeas. La convivencia en los mismos hoteles y campos de entrenamiento generó una cercanía inevitable, y más de un jugador se vio sorprendido por el despliegue de los seguidores de Boca.
Bruno Lage también quedó asombrado por la hinchada
Otro que quedó impactado por el entorno fue el entrenador de Benfica, Bruno Lage, quien enfrentó a Boca en el empate 2 a 2 del debut. El DT portugués no ocultó su admiración por lo vivido en el estadio: “El ambiente que generaron fue fantástico… Nos sentimos como si estuviéramos jugando de visitantes, porque la afición de Boca Juniors llenó gran parte del estadio”, sostuvo en conferencia de prensa.
Para Lage, el marco fue una de las claves emocionales del partido. Tanto él como sus dirigidos sintieron la presión de un público ensordecedor que transformó el estadio en una sucursal de la Bombonera. El clima, según sus propias palabras, convirtió el duelo en una experiencia de alto voltaje.
Un fenómeno que trasciende fronteras
Lo ocurrido en Miami confirma una vez más que la pasión por Boca no conoce límites geográficos. Ya no se trata solo de copar estadios en Argentina o Sudamérica, sino de instalar una identidad cultural que impacta a jugadores y entrenadores de los clubes más importantes del planeta. El Mundial de Clubes apenas comienza, pero los hinchas Xeneizes ya dejaron su marca. Y por lo visto, no pasaron desapercibidos para nadie.