El Boca de Miguel Ángel Russo sigue con vida en el Mundial de Clubes de la FIFA, pese a la derrota ante Bayern Münich. El elenco argentino estuvo cerca de llevarse un empate ante los alemanes, al igual que casi logran vencer en la primera fecha al Benfica, pero ahora deben ir a buscar una hazaña histórica, teniendo que golear al Auckland City de Nueva Zelanda, el rival más humilde del Grupo C.
En ese sentido, a poco más de 48 horas para que den inicio los dos encuentros que definirán la zona del Xeneize, desde el ente madre del fútbol a nivel mundial ya confirmaron la terna arbitral para el partido de los dirigidos por Miguelo en Geodis Park, con Glenn Nyberg como el encargado de impartir justicia.
Aunque luego de esta confirmación, sorpresivamente se encendieron las alarmas en el elenco de La Ribera, debido a que miran de reojo un antecedente que tiene a este mismo árbitro como protagonista de un hecho insólito con un viejo conocido. El mismo se dio a mediados del año 2024, cuando la Selección Argentina Sub 23 debutaba en los Juegos Olímpicos de París.
En aquel partido la Albiceleste, que era dirigida por Javier Mascherano (hoy DT del Inter de Miami), comenzó perdiendo 2-0 ante Marruecos, y encontró el descuento en los pies de Giuliano Simeone.
La polémica que alarma a todo Boca
Cuando parecía que el duelo entre las Sub 23 de Argentina y Marruecos terminaba en derrota celeste y blanca, el ex Boca Cristian Medina marcó el empate para los de Mascherano en tiempo de descuento. Sin embargo, para sorpresa de todo el estadio, el árbitro sueco no solo dio por finalizado el encuentro, sino que dos horas después del partido dio por anulado el tanto del ex Xeneize por un offside de Bruno Amione.
Pero la situación no terminó allí, ya que hizo disputar otros tres minutos de ese partido, que finalmente terminó en triunfo de los marroquíes, en medio de un escándalo que recorrió todo el mundo. Ahora, el mismo réferi podría definir el destino Xeneize en el Mundial de Clubes.