Pasó el Mundial de Clubes para Boca, que finalmente no terminó redondeando un buen desempeño en los Estados Unidos y atrás quedaron los días de descanso y el club boquense es consciente que no tiene margen de error en el segundo semestre de un año complejo. La «mala imagen» contra Auckland City de Nueva Zelanda y el «no me gusta volverme en primera ronda« que declaró el Director Técnico, Miguel Ángel Russo, tras la eliminación fueron un aviso de lo que se viene: mano dura, exigencia al máximo y una limpieza profunda del plantel.
El último ítem estaría comenzando a gestionarse con Marcos Rojo a la cabeza, pero los primeros ya surtieron efecto en la semana de regreso a las prácticas. Es que el cuerpo técnico ya notificó a los jugadores que, después de la práctica vespertina de ayer, hoy no solo habrá doble turno sino también concentración.
Aguardando a que llegue al país Leandro Paredes y mientras sigue la búsqueda por un marcador central y un volante/extremo por derecha para potenciar al plantel, el experimentado entrenador de 69 añospretende que los que estén en el equipo agarren un ritmo físico y futbolístico que no llegó a concretar por los tiempos para el certamen internacional.
En ese aspecto, el plan es que la larga jornada con dos sesiones más concentración conjunta en el hotel habitual del “Xeneize” que se dará en este díano sea la excepción y seguramente se repita, ya sea mañana o en otro momento de la semana.
Por su historia en la institución y la experiencia de los dos ciclos anteriores, el ex estratega de San Lorenzo y de Rosario Central, entre otros, sabe que en el conjunto azul y oro el tiempo corre y en el debut del Torneo Clausura, la segunda semana de julio contra Argentinos Juniors, el elenco deberá mostrar otra cara. Al menos, un carácter y propuesta similar a la que se vio por momentos contra Benfica de Portugal y Bayern Múnich de Alemania, y muy distinta del papelón ante los oceánicos.
