Los ánimos en Boca no están en su mejor momento. Luego del pálido empate sin goles ante Argentinos Juniors, los hinchas estallaron en redes sociales y apuntaron directamente contra uno de los jugadores titulares del equipo que dirige Miguel Ángel Russo. Para muchos, su nivel ya no da para más, y exigen una salida inmediata del plantel.
Las críticas más duras se centraron en Carlos Palacios, el mediocampista chileno que viene sumando minutos pese a su flojo desempeño. Aunque fue titular en La Paternal, su rendimiento dejó mucho que desear y los fanáticos no tardaron en expresar su bronca. “Al chileno Palacios hay que rescindirle hoy mismo el contrato”, escribió un usuario en X, reflejando la opinión de buena parte de la hinchada.
El nivel de Palacios, en el ojo de la tormenta
La falta de precisión, intensidad y aporte ofensivo encendió las alarmas. Muchos señalaron que Boca no logra imponerse en el mediocampo y que, en parte, eso se debe a que el jugador trasandino no cumple con el rol clave que le asignó el entrenador. Comentarios como “Palacios, un intrascendente” o “Poco de Palacios, nadie espera nada” dominaron las redes luego del partido.
A pesar de que Palacios había estado en duda por un cuadro febril durante los días previos, finalmente fue de la partida. Sin embargo, a los 61 minutos, Russo decidió reemplazarlo junto a su compatriota Williams Alarcón, en un claro mensaje de que el funcionamiento no estaba siendo el esperado. Su salida no calmó las aguas, sino que avivó aún más el enojo de los hinchas.
El plan de Russo y una paciencia que se agota
Desde que asumió, Miguel Russo ha rotado en el mediocampo en busca de soluciones. Apostó por Palacios en varios encuentros, pero los resultados no lo han acompañado. La falta de un pase filtrado, de agresividad con pelota y de claridad en los metros finales son aspectos que preocupan, sobre todo ante rivales que cierran líneas y no dan espacios.
Internamente, la dirigencia empieza a considerar alternativas para reforzar esa zona, aunque todavía no hay avances concretos. Por lo pronto, el DT sigue evaluando rendimientos partido a partido, pero la presión de la gente ya es un factor que no puede ignorar. Con un calendario cargado por delante y objetivos exigentes, el margen de error es mínimo.
¿Ciclo cumplido?
La situación de Carlos Palacios se vuelve cada vez más incómoda. Aunque el cuerpo técnico aún le da oportunidades, el respaldo de los hinchas parece haberse esfumado. Si su nivel no mejora en los próximos partidos, su permanencia en el equipo titular —y quizá en el plantel— podría estar en duda. La paciencia, tanto en la tribuna como en el banco, tiene un límite.