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¿Crisis en Boca? Nuevos «borrados» de Russo y un conflicto interno que causa impacto: «no lo quieren»

La tensión sigue creciendo en el entorno xeneize.

Russo Boca

El presente de Boca se ha convertido en un hervidero de tensión e incertidumbre. Lo que comenzó como una etapa con expectativas renovadas tras la llegada de Miguel Ángel Russo y figuras como Leandro Paredes, hoy parece un ciclo tambaleante, marcado por decisiones polémicas, flojos rendimientos y una crisis que no encuentra respiro. En este contexto, la figura de Carlos Palacios volvió a encender todas las alarmas.

En la antesala del partido de Copa Argentina ante Atlético Tucumán, la baja del delantero chileno generó un revuelo interno. Aunque se mencionó una tendinitis como causa de su ausencia, el club no emitió parte médico oficial. Russo optó por excluirlo de la lista de concentrados que viajarán a Santiago del Estero, en una decisión que deja entrever un trasfondo más complejo que una simple molestia física.

Carlos Palacios, entre la indisciplina y el desgaste

Desde que Boca desembolsó cuatro millones 800 mil dólares en diciembre para adquirir su pase, el vínculo entre Palacios y el club ha ido cuesta abajo. Con rendimiento a la baja, ausencias injustificadas —como aquella tras perder un vuelo desde Chile— y una reciente silbatina en La Bombonera, el atacante terminó por colmar la paciencia del cuerpo técnico y de los hinchas. Como si fuera poco, fue visto de fiesta en la previa de su cumpleaños, lo que alimentó aún más el malestar.

Su exclusión en este momento crítico no parece una simple consecuencia física, sino el síntoma de un quiebre. «No lo quieren. Ya no tiene crédito ni en la tribuna ni en el banco», aseguran desde el entorno cercano. El caso Palacios suma así otro capítulo a una novela marcada por la indisciplina, la desconfianza y una promesa que jamás despegó.

El calvario de Ander Herrera: lesiones y ausencia

Por otro lado, el panorama con Ander Herrera es igual de preocupante. El mediocampista español volvió a sentir una molestia muscular y quedó completamente fuera del partido. Sería su quinta lesión en apenas siete meses, una estadística alarmante para uno de los salarios más elevados del plantel. Desde su llegada, disputó apenas 9 de 25 partidos posibles, y nunca completó un partido entero.

Su última aparición fue ante Benfica, pero ni siquiera pisó la cancha: fue expulsado desde el banco por protestar un penal. Con dos fechas de sanción ya cumplidas y más de un mes sin acción, Herrera atraviesa un momento que enciende dudas sobre su real aporte al equipo. Este martes podría saberse si requiere estudios médicos o solo reposo, pero el diagnóstico general es claro: está muy lejos de lo que Boca necesita.

La formación tentativa y una racha que asusta

Con un panorama plagado de bajas, Russo ensaya sin certezas. En el último entrenamiento, Brey ocupó el arco en lugar de Marchesín, Barinaga reemplazó a Advíncula, y en el medio se pararon Paredes y Milton Delgado. En la delantera, Cavani fue acompañado por Brian Aguirre y Alan Velasco. La lista de lesionados es extensa: Figal, Di Lollo y Ayrton Costa están descartados o en duda.

Los números no acompañan. El arranque de Russo —con cuatro empates y una derrota— ya es el peor debut de un técnico xeneize en los últimos 25 años. En comparación, ciclos irregulares como los de Falcioni o Borghi al menos registraron un triunfo en sus primeras cinco presentaciones.

La Copa Argentina, mucho más que un simple partido

Sin competencias internacionales en el horizonte y con un funcionamiento colectivo bajo, la Copa Argentina se convierte en el único terreno para ilusionarse. Pero el cruce con Atlético Tucumán dejó de ser un compromiso de rutina: puede ser el partido bisagra que determine si el equipo logra reaccionar o se hunde aún más en la incertidumbre.

El partido se jugará este miércoles y, de no conseguir un triunfo, Boca igualaría una de sus peores rachas históricas: nueve partidos sin ganar, como en 1951, 1984, 1989 y 2004. En ese contexto, la presión no solo recae sobre los jugadores, sino sobre todo el proyecto actual, que parece tambalear sin encontrar respuestas claras.