El presidente Javier Milei volvió a colocar al agro en el centro de su modelo económico. En la apertura oficial de la Exposición Rural de Palermo, el mandatario anunció una baja permanente en las alícuotas de retenciones a las exportaciones de carne vacuna y aviaria, maíz, sorgo, girasol, soja y sus subproductos. El recorte será de hasta siete puntos porcentuales y, según el jefe de Estado, se enmarca en la estrategia de avanzar hacia la eliminación total de los Derechos de Exportación (DEX).
«Las retenciones a la carne aviaria y vacuna bajarán del 6,75% al 5%», precisó Milei desde el predio de la Sociedad Rural. En esa línea, enumeró que el maíz y el sorgo pasarán del 12% al 9,5%; el girasol, del 7,5% al 5,5%; la soja, del 33% al 26%; y sus subproductos, del 31% al 24,5%. A esto se suma la ratificación de las reducciones transitorias ya aplicadas al trigo y la cebada, que ahora también quedarán fijas.
El agro como columna vertebral del plan
Durante su discurso, el mandatario volvió a asociar estas medidas con el saneamiento de las cuentas públicas y el cumplimiento de la meta fiscal. «Eliminar las retenciones es una obsesión para nuestra gestión. Ya dimos muchos pasos, pero aún queda camino», expresó. Además, recordó que su gobierno ya había eliminado los DEX para las economías regionales, el sector lácteo y parte de la carne porcina.
Para Milei, el superávit fiscal es la clave que habilita esta política: «Cuidamos ese equilibrio como agua en el desierto frente a los embates de la casta política». En ese contexto, resaltó el desempeño exportador del campo: «En 2024 volvimos a superar las 900.000 toneladas exportadas de carne vacuna, algo que no pasaba hace más de cien años», celebró.
Cómo quedarán las nuevas alícuotas
- Carne vacuna y aviaria: del 6,75% al 5%
- Maíz: del 12% al 9,5%
- Sorgo: del 12% al 9,5%
- Girasol: del 7,5% al 5,5%
- Soja: del 33% al 26%
- Subproductos de soja: del 31% al 24,5%
Impacto fiscal y perspectivas
Si bien aún no hay proyecciones oficiales sobre el impacto fiscal, la experiencia previa permite estimar algunos escenarios. En 2024, con el Decreto 697/24, el Gobierno ya había reducido las retenciones para la carne de vacas y otras categorías, lo que dejó una carga fiscal promedio del 6,75%. Con exportaciones cercanas a las 200.000 toneladas y precios en torno a los USD 14.000 por tonelada, se calculaba una pérdida fiscal de entre USD 150 y 200 millones anuales si se eliminaban completamente.
La nueva reducción arancelaria apunta a retomar ese camino. En el entorno presidencial, la idea es que el alivio impositivo impulse la producción y compense parte del costo fiscal con un aumento de la recaudación en otros tributos. Así lo expresó el economista Federico Domínguez, cercano al Gobierno, quien remarcó que «la recaudación viene creciendo, mientras que el gasto se mantiene estable».
Domínguez sostuvo además que «la baja de retenciones no solo beneficia al campo, también permite un sistema tributario más justo y eficiente». Según su análisis, las condiciones actuales permiten avanzar hacia una menor dependencia de los DEX.
Repercusiones en el sector agroindustrial
El anuncio fue recibido con optimismo por parte del sector. Gustavo Idígoras, presidente de Ciara-Cec, destacó la decisión como «un incentivo claro para la producción». En diálogo con medios, sostuvo que «la baja del 33% al 26% para la soja y del 12% al 9,5% para los granos generará un efecto favorable de mayor inversión».
Desde Coninagro, la reacción también fue positiva. La entidad expresó en su cuenta de X: «Esperamos que estas medidas sean el camino correcto para eliminar definitivamente los Derechos de Exportación. Desde nuestra entidad seguiremos trabajando para un futuro con más previsibilidad y crecimiento del campo argentino».
La promesa del Presidente
Milei cerró su intervención con un compromiso directo: «Mientras yo esté en el Gobierno, las retenciones no van a volver a subir». La frase fue recibida con aplausos en el recinto y marcó el tono de una jornada en la que el oficialismo buscó ratificar su alianza con el campo y mostrar que el ajuste fiscal no es incompatible con el alivio impositivo.