La liquidación récord de divisas por parte del agro llegó justo cuando el Gobierno más lo necesitaba. En julio, las empresas del complejo agroexportador ingresaron US$4102 millones, según informó la Cámara de la Industria Aceitera (CIARA) y el Centro de Exportadores de Cereales (CEC). Se trata del mejor julio desde que existen registros, y un alivio clave para el Ejecutivo nacional, que enfrenta semanas de tensión cambiaria y presión inflacionaria.
La cifra representa un aumento del 57% en comparación con el mismo mes de 2024 y un 10% más que en junio, lo que consolida una tendencia ascendente en la entrada de divisas. En lo que va del año, el sector agroexportador ya aportó US$19.521 millones, un 43% más que en los primeros siete meses del año pasado.
La estrategia que funcionó: retenciones y plazos forzados
El récord de julio no fue casual. Según explicó CIARA-CEC, el resultado fue consecuencia directa del vencimiento del decreto 38/25, que otorgaba una rebaja temporal de derechos de exportación hasta el 30 de junio. Esa ventana obligó a las agroexportadoras a registrar ventas con anticipación y liquidar las divisas antes del 23 de julio.
Gustavo Idígoras, presidente de CIARA, confirmó que “el ingreso de dólares fue impulsado por las DJVE anticipadas y la obligación de ingresar el dinero en un plazo corto”. Esa jugada técnica del equipo económico surtió efecto, al menos en el corto plazo.
Un respiro que llega en el momento justo
Con el tipo de cambio en alza y una brecha creciente que alimenta la incertidumbre, los US$4100 millones ingresados en julio le permiten al Gobierno recomponer reservas, ganar aire financiero y calmar expectativas. No resuelve los desequilibrios estructurales, pero otorga oxígeno inmediato.
El contexto también acompañó. Muchos productores aprovecharon la rebaja impositiva anunciada en Palermo por Javier Milei, que bajó retenciones a varios cultivos estratégicos: soja (de 33% a 26%), maíz y sorgo (de 12% a 9,5%) y girasol (de 7% a 5,5%).
Qué puede pasar en los próximos meses
Según estimaciones privadas, quedan por comercializar unas 30 millones de toneladas de soja y maíz de la campaña actual, con un potencial de ingreso de US$10.000 millones. El Gobierno apuesta a que la nueva estructura de retenciones incentive ventas durante agosto y septiembre, aunque son meses tradicionalmente más flojos en términos de exportación.
Eugenio Irazuegui, de Zeni, advirtió que tras el fuerte anticipo de ventas en junio, “la industria se abasteció para varias semanas”, por lo que la normalización del ritmo comercial puede tardar algunos días. Sin embargo, el tipo de cambio ascendente podría acelerar nuevas operaciones.
Un logro que no resuelve todo, pero calma el frente cambiario
El récord de julio no resuelve los problemas estructurales ni garantiza continuidad. Pero en el corto plazo, representa una de las pocas noticias económicas positivas para la administración Milei en semanas marcadas por la tensión.
Con los mercados atentos a las reservas y al tipo de cambio, la liquidación agroexportadora ofrece un amortiguador clave. El desafío del Gobierno será sostener este flujo, sin agotar anticipadamente el stock de dólares del campo, y convertir este alivio en estabilidad de fondo.