Lucas Blondel dejó de ser una prioridad para Miguel Russo y su ausencia en los últimos partidos encendió las alarmas. El defensor, que supo tener continuidad con el ciclo anterior, fue desplazado por otros nombres en la lucha por el lateral derecho y su situación generó revuelo en el mundo Boca. En las últimas horas, se resolvió qué pasará con su futuro, y la decisión impacta tanto en el presente como en el proyecto del club.
La dirigencia xeneize, con Juan Román Riquelme a la cabeza, se propuso reducir el plantel y Blondel figura entre los nombres apuntados a salir. Sin lugar en la consideración del cuerpo técnico y con varios jugadores por delante en su puesto, la salida parece ser la única vía posible para que mantenga ritmo de competencia. Sin embargo, no se trata de una ruptura, sino de un movimiento estratégico.
La idea: un préstamo sin opción y con regreso previsto
El plan de Boca es ceder a Blondel a préstamo sin opción de compra, permitiéndole sumar minutos en otro equipo pero manteniendo el vínculo contractual. Así lo confirmó el periodista Germán García Grova en TyC Sports, al revelar: “Pude cotejar con alguien y la idea es ver si Blondel puede salir a préstamo, no de manera definitiva”. De este modo, el club busca que el jugador se mantenga activo sin perderlo de vista.
Desde que Russo volvió al banco, la competencia por la banda derecha se centró en Luis Advíncula y Lautaro Di Lollo Barinaga, relegando por completo a Blondel. Su última aparición fue en mayo, ante Independiente, por los cuartos de final del Torneo Apertura, y desde entonces no volvió a pisar la cancha con el primer equipo. La distancia entre el jugador y el actual proyecto táctico se volvió insalvable.
Un futuro abierto más allá de este mercado
Aunque hoy esté fuera de los planes, Boca no descarta volver a contar con Blondel en un futuro cercano. La intención es que gane rodaje en otra institución, recupere confianza y regrese más sólido. Su desempeño bajo la conducción de Fernando Gago dejó una buena impresión, pero con el cambio de entrenador perdió terreno. En lo que va del año jugó 12 partidos, pero hace casi dos meses no suma minutos oficiales.
Desde el club consideran que la decisión de cederlo puede beneficiar a todas las partes. Blondel necesita continuidad y el equipo necesita ajustar el plantel a las necesidades del DT. Por eso, su caso forma parte de una revisión más amplia que Boca está haciendo en este tramo final del mercado de pases. El cierre se acerca y con él, las definiciones clave.
Si bien el préstamo no está cerrado, ya es una certeza que el defensor no será tenido en cuenta en el corto plazo. El foco está puesto en encontrarle un destino donde pueda desarrollarse sin cortar su vínculo con el club. En definitiva, Blondel se va, pero no se despide: su historia con Boca todavía no terminó.