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“Es el DT con…”: Los números negros que acumula Miguel Ángel Russo en Boca

Panorama oscuro

Miguel Ángel Russo
Fuente: @BocaJrsOficial / X

El presente que atraviesa el conjunto que conduce Miguel Ángel Russo es sumamente preocupante. Cada vez que sale al campo de juego el hincha de Boca tiene la sensación de que va a empatar o perder. Ya que no conoce la victoria prácticamente hace como cuatro meses. No gana desde el mes de abril y lleva una docena sin ganar. De este modo, el entrenador Miguel Ángel Russo está en la cuerda floja en la conducción de Boca. Los números son negros y lleva un registro personal que pesa en la mochila.

Durante el mes de febrero, Boca perdió como local en La Bombonera por penales ante Alianza Lima por la fase previa dos del repechaje a la Copa Libertadores. Desde aquel día, Boca no puede dormir tranquilo. Está incomodo, nervioso y desenfocado en el campo de juego.

En aquel momento, continuó un tiempo más Fernando Gago al mando de Boca. Sin embargo, la paciencia de Juan Román Riquelme acabó en Núñez cuando Boca perdió el Superclásico por 2 a 1 en el Torneo Apertura. Desde esa fecha, apareció Miguel Ángel Russo para cambiar el rumbo de Boca, pero nada varió.

Miguel Ángel Russo vive un presente desolador en Boca

En su tercer ciclo como técnico de Boca, Juan Román Riquelme lo fue a buscar a San Lorenzo por el motivo de que había llevado al cuervo a disputar las semifinales del Torneo Apertura de la Copa de la Liga y porque entendía que era el hombre indicado para torcer el rumbo de Boca.

Sin embargo, la alegría y la esperanza del hincha de Boca duró dos encuentros. Con respeto hacia la figura de Miguel Ángel Russo por lo conquistado en años anteriores que respecta a la última Copa Libertadores conquistada.

Hoy, los datos de Miguel Ángel Russo en lo personal son negros y oscuros en el cual no parece tener salida. De esta manera, podemos decir que “Miguel Ángel Russo es el DT con el peor arranque de ciclo en la historia de Boca”.

Son ocho los partidos en lo personal que no puede ganar como conductor y escalan a 16 los encuentros sin sonrisas si sumamos los malos resultados que registró en el colapso final de su segunda gestión en Boca que caducó en plena pandemia.