El próximo mercado de pases marcará el inicio de una nueva etapa en Boca, con Juan Román Riquelme al mando sin el histórico Consejo de Fútbol. Aunque Marcelo Delgado será quien continúe en la gestión, una de las primeras medidas ya está definida: la incorporación de un arquero para la temporada 2026.
La razón no está vinculada únicamente al rendimiento, sino a cuestiones contractuales. Tanto Sergio “Chiquito” Romero como Javier García finalizan su vínculo en diciembre de 2025 y no serán renovados. Mientras García ocupa hoy el rol de tercer arquero, Romero ya no es tenido en cuenta por Miguel Ángel Russo.
El panorama actual en el arco de Boca
Con las bajas confirmadas de dos referentes, la dirigencia planea sumar un nuevo arquero que compita con Agustín Marchesín y Leandro Brey. Si bien existe la posibilidad de que Sebastián Díaz Robles tenga más protagonismo, en el club no es común confiar el puesto de suplente únicamente a juveniles. Por eso, la búsqueda de un refuerzo en esa posición se da por descontada.
El desempeño de Marchesín hasta ahora respalda esta idea de competencia interna: en 27 partidos oficiales con Boca acumula 10 vallas invictas y 23 goles recibidos, además de actuaciones clave para sostener resultados. Su contrato se extiende hasta diciembre de 2026, por lo que todo indica que seguirá siendo el dueño del arco Xeneize.
Lo que viene para el Xeneize
Más allá de los números positivos de Marchesín, la idea de Boca es mantener un plantel competitivo de cara a la clasificación a las copas internacionales, especialmente la Copa Libertadores 2026. El arribo de un arquero se perfila como la primera gran incorporación de un mercado que promete movimientos fuertes.
