Marco Pellegrino padece una «lesión muscular grado II del obturador externo izquierdo«, según informó el departamento médico de Boca. El defensor de 23 años sufrió el desgarro el domingo pasado en la victoria 2-0 ante Banfield en La Bombonera, donde volvió a destacarse como una de las figuras del equipo dirigido por Miguel Ángel Russo.
El periodista Diego Monroig informó: «Se habla de 3 semanas como mínimo, 6 semanas como máximo, y entendiendo que la lesión no es tan grave, porque de haber sido quizás tan grave, más allá de que se lea un grado 2, nos contaban, no hubiese podido terminar el partido. Sin embargo, lo pudo hacer, pudo terminar el partido, y a partir de ahí se cree que quizás con 3 semanas puede llegar a ser suficiente».
Y agregó: «Veremos, es una cuestión de ir día a día, pero como pronto, tenemos que vislumbrarlo con viento a favor, para ver si está o si llegará a estar a disposición para el partido con Central. Ahora se viene Aldosivi, se vienen 2 semanas por parate de eliminatorias sudamericanas, y después Boca retoma la actividad en el gigante de Arroyito frente a Central».
Marco Pellegrino, el refuerzo de Boca que se ganó un lugar en el once titular de Russo
Marco Pellegrino fue el primer refuerzo que cerró Boca tras la llegada de Miguel Ángel Russo. Luego de un buen semestre en Huracán, el zaguero cuyo pase le pertenecía al Milán de Italia se sumó al plantel para el Mundial de Clubes, aunque se perdió los primeros dos partidos por lesión. Debutó ante Auckland City y desde entonces demostró un gran nivel.
La llegada de Pellegrino se dio previo a que Russo margine oficialmente a Marcos Rojo, aunque ya lo tenía en baja consideración. En principio, la idea era que viniera como una alternativa para ser segundo marcador central, pero su nivel sorprendió de entrada. No solo cumplió, sino que convenció al entrenador para darle continuidad como titular.
Desde su debut, jugó y completó los 90 minutos en los últimos ocho partidos, que son también los primeros con la camiseta azul y oro. En todos se mostró sólido, seguro y con personalidad para adueñarse de la defensa. No es casualidad: su presencia física, la eficacia en los duelos tanto aéreos como terrestres, y la claridad para salir jugando le dieron un lugar clave en una defensa que todavía busca consolidarse.
Para Boca, la adaptación inmediata de Pellegrino fue una gran noticia. La competencia interna elva el nivel del plantel y le da más opciones a Russo, que incluso tenía un dilema con el regreso de Ayrton Costa, que se perfilaba como titular antes de su lesión, pero perdió terreno ante el buen momento del ex-Huracán y pasó a ser un comodín para jugar en el lateral. Se especula que ahora volverá a jugar desde el arranque.
