Mientras se define el poroteo político en el Congreso de la Nación donde el Gobierno busca sumar votos para aprobar el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), exfuncionarios y economistas advierten los impactos de no firmar un trato. ”Sería suicida”, enfatizó el exministro de Economía, Domingo Cavallo, al tiempo que anticipó que si no se rubrica el entendimiento impulsaría a que Argentina entre en default, se dispare la inflación y se devalúe la moneda.
“Si no se arregla con el Fondo y se va al default, va a haber una fuertísima devaluación y una aceleración inflacionaria. Va a ser algo así como el 2002”, expresó el exfuncionario este miércoles en declaraciones a Luis Majul por la señal de LN+. Si bien se animó a la comparativa, consideró que en esta ocasión descree que se repita el mismo escenario que a inicios del milenio porque «el Fondo no va a aprobar un programa para que ocurra lo que pasó en ese momento».
A pesar de esta bocanada de aire, el economista manifestó que el principal impacto que evitaría la firma de un acuerdo sería sobre el alza de precios: “(Si se acuerda) van a contener un poco la inflación y van a evitar una hiperinflación”. No obstante, anticipó que esta variante no se va a reducir sino que durante este año Argentina “una inflación anual superior al 50 por ciento”. En cambio, si no se cierra un trato la escalada sería “explosiva”.
A pesar de plantear este escenario, no se mostró optimista de cara al futuro a pesar de que se acuerde o no con el Fondo. “La economía va a seguir funcionando mal, lo único que van a contener un poco la inflación. Van a evitar una hiperinflación”, insistió el exministro y planteó que la alternativa para frenar la escalada de aumentos es “poner énfasis en la reducción del déficit fiscal, vía la reducción del gasto público”. “Pero eso es algo que este gobierno se resiste totalmente a hacer”, lamentó.
Sobre este eje, lanzó cuestionamientos al Gobierno nacional sobre las metas que se acordaron en el entendimiento anunciado por Nación y subrayó la necesidad de apuntar a achicar más el gasto público. “Lo más razonable sería bajar el déficit fiscal también al 1 por ciento del producto bruto en lugar del 2,5 que han acordado. Entonces, si la emisión monetaria va a ser del 1 por ciento del producto bruto, alcanzaría para financiar totalmente el déficit fiscal”, planteó.
Más tarde, el expresidente del Banco Central volvió a cuestionar la decisión del Ejecutivo de evitar achicar el gasto público y advirtió sobre el impacto directo de esta decisión. “El Fondo Monetario les ha dicho ‘por lo menos contengan la expansión monetaria y el déficit financiándolo con endeudamiento’. Y eso va a significar una restricción del crédito al sector privado y tasa de interés más altas”, concluyó.