Tras la renuncia de Máximo Kirchner a la presidencia del bloque de diputados nacionales del Frente de Todos, emergió una dirigente que seguirá sus pasos. Se trata de Cecilia Moreau, quien anunció un paso al costado de la vicepresidencia de la bancada oficialista en la Cámara baja. A partir de esta decisión, muchos recordarán la polémica que generó la hija de Leopoldo Moreau al «frustrar» la negociación con Pfizer para la compra de su vacuna contra el coronavirus.
Fue a inicios del año pasado, en plena segunda ola de pandemia, cuando el Congreso Nacional discutía sobre el fármaco del laboratorio estadounidense. En ese marco, desde la oposición apuntaron a Moreau por agregar una palabra que derrumbó momentáneamente el contrato de la Argentina con Pfizer. “Negligencia”, figuraba en el proyecto de ley que se terminó rompiendo y, así, se demoró la llegada de esa vacuna al país.
En una entrevista a Radio con Vos en mayo del año pasado, Moreau emitió un descargo. “Nunca a costa de que el Estado argentino tenga que hacerse cargo de los errores que cometan los laboratorios por negligencia, conductas maliciosas o fraudulentas o si implica ceder las (Islas) Malvinas como dijo (Patricia) Bullrich”, remarcó la dirigente kirchnerista.
Al relatar los inconvenientes que hubo para alcanzar el acuerdo, la diputada, que entró al Congreso por el Frente Renovador de Sergio Massa pero luego afianzó su acercamiento al kirchnerismo, dijo que el principal escollo tuvo que ver con la palabra “negligencia” en la ley para regular la compra de vacunas. Destacó que Pfizer “quería eliminarla” del texto de la norma.
El problema fue que en la cláusula de indemnidad patrimonial que se estipuló para garantizar que los laboratorios no respondieran con su patrimonio ante demandas por eventuales efectos adversos, se fijó como excepción que la responsabilidad sí correría en el caso de “conductas maliciosas, fraudulentas o negligencia”.
Luego de afirmar que “volvería a votar la ley con la palabra negligencia”, Moreau recordó que la norma se votó en noviembre de 2020 cuando “no se hablaba aún de vacunas, sino de ensayos clínicos”. Aclaró que la ley “es la misma para todos los laboratorios” y que intenta “resguardar los intereses del Estado argentino”.