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ESPECTÁCULO

Cocaína envenenada: Víctor Hugo Morales culpó al capitalismo por las muertes en Hurlingham

El polémico comunicador insistió en resaltar que el problema deriva de una forma de vivir en sociedad.

Víctor Hugo Morales

Víctor Hugo Morales, periodista y relator de fútbol, afirmó que la cocaína envenenada que mató a más de 20 personas en Hurlingham es el reflejo del capitalismo, un sistema que oprime a los más pobres y les ofrece las drogas como un pasatiempo tóxico que imposibilita el progreso social. Sin embargo, no tuvo en cuenta que es un flagelo que también sucede en el socialismo y el comunismo.

«El capitalismo del mundo inunda de droga la propia vida y cada pocas horas dan un testimonio, la doga penetra como los insectos en la vida de los países, están y de una manera terrible», comenzó Morales en una editorial cargada de signos políticos en la radio AM 750. No hizo mención a Venezuela y Cuba, dos exponentes del comunismo que mantienen a su población en la extrema pobreza y miseria.

«La droga atraviesa todas las capas, a su manera, hasta los que son ganadores del sistema terminan pidiendo ayuda cuando el goce les queda escaso, pero donde más duele la droga es en los sitios más afectados económicamente, ellos dicen ya no sé qué hacer con mi vida ya sea en el exceso del goce o en la privación total de ese goce», sostuvo el locutor uruguayo.

«Se me hace una verdad que esto sucede profundamente mas en sociedades  que tienen al capitalismo como forma de vida. Eso que decía Cristina Kirchner, hundirse en la pobreza y marginación sin aferrarse a alguna forma de escapismo parece cada vez menos objetable ¿Qué queremos que hagan?, ¿Qué podrían hacer?, ¿Dónde harían su negocio mejor los vendedores?», expresó el relator de fútbol.

Hacia el final del editorial, Morales mezcló diferentes temas políticos y judiciales con un hecho aislado en Hurlingham sobre la cocaína envenenada. «Los que roban al mundo como lo hacen las financieras, los que se roban la justicia, los depravados de la Corte Suprema de Justicia, los medios corruptos, por ejemplo, Clarín, La Nación, etc. Las rémoras con las que tenemos que convivir cada día imponen un alto grado de desprecio  por la vida normal, todo lo que compone el capitalismo, llevado a su grado más salvaje», concluyó.