El lunes se cumplió un año de la muerte del expresidente Carlos Menem. El riojano comandó a la Argentina desde 1989 hasta 1999, dónde fue relevado por Fernando De La Rúa. La gestión de Menem se destacó por sus célebres frases a lo largo de su mandato. Una de las más recordadas fue cuando aseguró que en Argentina iba a haber unas naves que permitirían llegar en una hora y media a Japón.
Carlos Menem es recordado por muchas cosas. Por su extravagante vida, sus romances, el dólar al mismo valor que el peso y por sus frases a lo largo de su presidencia. Uno de los dichos más destacados del exjefe de Estado fue cuando recordó a un exemperador de Roma: «Julio César les decía a sus hombres: ‘No temáis, vais con César y su estrella’. Yo les digo a ustedes: ‘No temáis, vais con Carlos Menem y su estrella», expresó.
La frase más incoherente y famosa de la presidencia menemista fue cuando en 1996 inauguró el inicio de clases en Salta: «Se va a licitar un sistema de vuelos espaciales, mediante el cual desde una plataforma que quizá se instale en la provincia de Córdoba. Esas naves espaciales, con todas las seguridades habidas y por haber, van a salir de la atmósfera, se van a remontar a la estratósfera, y desde ahí elegir el lugar a donde quieran ir. De tal forma, que en una hora y media podremos estar desde Argentina en Japón», había asegurado.
Como si no se hubiera conformado con la afirmación anterior, Menem redobló la apuesta sobre el tema espacial: «Estamos en búsqueda de vida en el espacio, en planetas, en asteroides. En una de esas en los próximos cuatro años me dedico a hacer un curso de astronauta», añadió. Naturalmente que los niños que presenciaron el monólogo del presidente no comprendían con exactitud lo que quería explicar.
«Mi intuición me está diciendo que antes del año 2000, las Malvinas volverán a poder de la República Argentina«, también había sostenido en un discurso a poco tiempo de terminar su gestión. En su campaña electoral, Menem tuvo un mensaje para los pobres y los chicos: «Voy a gobernar para los niños pobres que tienen hambre y los niños ricos que tienen tristeza», indicó.
