En las últimas horas, luego de recaudar más de 173 millones de pesos para destinar a los incendios en la provincia de Corrientes, Santi Maratea fue el influencer más nombrado en la televisión y radio argentina. Pese al extraordinario gesto del joven de 29 años, Estefanía Berardi aprovechó el aire del programa que conduce Carmen Barbieri y fulminó al influencer.
«Se nota que tiene buenas intenciones, se valora un montón y tiene mucha credibilidad. Ahora, lo que se le critica, que yo entiendo porque no me parece la manera de expresarlo porque es un buen pibe, es el discurso antisistema», comenzó expresando la panelista de «Mañanísima», ciclo que emite todos los días la pantalla de Ciudad Magazine.
«Para el estado, esa plata que juntó no es nada en comparación con la que gasta, porque se ocupa de un montón de cosas. No me parece que Santi Maratea reemplace al estado ni a los gobernantes. Él tiene un discurso bastante antisistema», agregó antes de que su compañero Pampito Perello admita que la acción del influencer fue un «cachetazo a los políticos».
«¿Vos sabés en que gastan el estado y el gobierno en el incendio de Corrientes? Si querés te lo leo, eh… Lo que pasa es que no lo están comunicando en Twitter. ¿Vos pensás que con esta plata que juntó Maratea el incendio se soluciona así nomás? Ayuda, pero no soluciona el ciento por ciento del problema. El estado gasta en un montón de otras cosas. A Santi Maratea se le agradece el gesto y lo que hace, por supuesto, pero el estado tiene que estar presente. No banco ese discurso que tiene. Por supuesto que no alcanza lo que hace el estado y hay que mejorar un montón de cosas, pasa que se hace y no se comunica», continuó la panelista.
No es que Santi Maratea es el único que hace algo y ayuda. No, se le agradece pero no es todo. A mí me encanta lo que hace, no hay que criticarlo al pibe, pero no es el único que hace algo. El estado hace pero no lo cuenta. ¿De qué vive Santi Maratea? Lo que pagan las marcas en las redes no alcanza para vivir seis meses sin trabajar. Banco que cuente que después de las campañas solidarias haga una colecta para él. Entonces, él hace su negocio con lo solidario. No es Dios», concluyó la joven periodista.
