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POLÍTICA

¿Hay complicidad?: la denuncia de Sergio Berni contra la Justicia en la causa drogas envenenadas

El ministro de Seguridad bonaerense denunció irregularidades que lo frenan en su investigación.

Sergio Berni

Con más de 24 muertos y decenas de internados, las drogas envenenadas que se encontraron en Tres de Febrero conmocionaron a toda la Provincia de Buenos Aires ya que su distribución quizás haya tenido un alcance inimaginable. Sin embargo, Sergio Berni está tratando de combatir a los narcotraficantes aunque denunció que desde la Justicia le están poniendo palos en la rueda.

El ministro de Seguridad bonaerense reclamó en C5N que estuvo «todo el día peleando para que me den un allanamiento en un lugar donde sospechamos que hay droga, justamente esta cocaína adulterada». Sin embargo, aseguró que «en la justicia se tiran la pelota de un lado para el otro» y no le otorgan el permiso para poder ingresar al lugar.

De esta manera, advirtió que «la droga mañana puede ser vendida» porque tiene la certeza de que «se trata de un remanente de la droga además de las 25.000 dosis que encontramos». Con esto sobre la mesa, Berni reiteró que «la justicia no me otorga el allanamiento porque dice que todavía no lo resolvió» y ahora está a la espera de que mañana puedan proceder con la desarticulación del búnker.

Al respecto, el dirigente aseguró que «solo en Argentina pasa esto» y que esta «es la locura que vivimos todos los días» y que obstaculiza la lucha contra el narcotráfico. Sin embargo, no quiso dar nombres porque «va a esperar a mañana» para saber en detalle como está el avance del allanamiento que pidió. Por otro lado, el ministro resaltó que «estuvimos cerca de una tragedia masiva» que pudo ser detenida.

Respecto a la droga envenenada, los primero estudios arrojaron que no había cocaína en las bolsas encontradas sino que se trataba de «opioides naturales» pero hay otros que «son sintéticos que se hacen en laboratorios» según los dichos del funcionario, por lo que se trata de una mezcla sin el famoso estupefaciente que atacaba directamente al sistema nervioso de sus consumidores.