Tras una reunión íntima con Alberto Fernández, Martín Guzmán decidió no asistir a la cumbre del G20 para priorizar las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) en busca de un nuevo acuerdo para postergar los vencimientos de este año. Cabe mencionar que ya hay un entendimiento pero todavía faltan definir detalles sobre ajustes de tarifas o recortes fiscales.
En lugar del ministro de Economía irá Sergio Chodos, representante argentino ante el FMI que buscará lograr afinidad con algunos de los países que asistirán que también forman parte del organismo internacional según informó NA. La idea es que logren apoyo para el reclamo de eliminación de los sobrecargos en las tasas de interés que cobran por su crédito y acceder a la distribución adicional de Derechos Especiales de Giro que prepara el organismo para los países de medios y bajos ingresos como la Argentina.
A pesar de esto, Guzmán tendrá un pequeño lugar en el G20 de manera virtual, cuando participe del encuentro con titulares de los bancos centrales el próximo viernes. Un punto fundamental a tener en cuenta es que tampoco concurrirán la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, ni la vicedirectora Gita Gopinath, aunque participarán también en forma online.
Esta postura del ministro nace a raíz del pedido del presidente, quien quiere definir lo antes posible la totalidad del acuerdo para que vaya al Congreso de la Nación y sea debatido por diputados y senadores antes de que llegue la fecha de vencimiento de la primera cuota del 2022. De ser rechazado, nuestro país podría entrar en default por no tener los USD 3.000 millones.
¿Se arrepintió? Alberto Fernández criticó al FMI y ahora quiere acordar
Durante su gira por Rusia y China, Alberto Fernández fue crítico del Fondo Monetario Internacional y les recomendó «hacer una crítica mucho más profunda» de sus política empleadas a lo largo de «las últimas décadas». Además, advirtió que «una economía que excluye a parte de la sociedad no es una buena economía y esa es la política sistemática que el Fondo propone”.
A pesar de esto, desde el Gobierno aseguran que no hay conflictos con el organismo y que podrán negociar sin que esto sea un condicionante. Sin embargo, claro está que estas declaraciones no cayeron nada bien en Estados Unidos, principal accionista del FMI y «enemigo» de Rusia y China en la pelea por ser la potencia mundial más destacada.