Nadia Zyncenko es una de las pronosticadoras y meteorólogas más reconocidas de la televisión argentina. En medio del conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, que mantiene en vilo a todo el mundo desde hace 4 días, la italiana que es hija de un matrimonio de ucranianos no aguantó el llanto al hablar con los conductores Rolando Graña y Soledad Larghi.
«Estoy viviendo con mucho miedo por lo que pueda pasarle a la poquita familia que me está quedando allá. Porque esto de la guerra es una cosa muy peligrosa, cuando te caen las bombas, los misiles, cuando te caen sobre tu cuerpo, te rompen, te matan…Yo no me he podido comunicar con la hija de mi prima, que es lo que quedó después de Chernobyl y no sé cómo está», comenzó explicando Nadia Zyncenko.
«Las imágenes que veo, lo que me están dando es mucha angustia, incertidumbre. Sé que la están pasando mal, que es una pena, que ni los rusos ni los ucranianos, hablo del pueblo, merece esto. No sé por qué las autoridades tomaron esta decisión, como no lo sé no puedo opinar. Pero realmente han pasado tantos que no comprendo, sencillamente no lo comprendo», sumó.
Además, reveló que tiene una pariente que vive en Ucrania y que actualmente no puede contactarse con ella. «Está muy cerca de Kiev. Ella se comunicaba conmigo por las redes sociales. Publicaba cositas. Yo sabía que estaban bien, ella, sus dos hijos, su papá y su marido. Hace una semana que no publica nada, no sé qué pasa, no me puedo comunicar. Lo que sí sé es cómo es una guerra. Me lo contaron mis papás. Yo sé que esto es una guerra y esto me da un alto grado de angustia», expresó.
«Cuando nos enteramos con mi marido que estábamos viendo televisión hasta tarde, cuando salió una red internacional que estaban atacando, ya no pude dormir bien y a partir de ahí ni como ni duermo tranquila. Esto es muy fuerte. Nosotros acá en este maravilloso país tuvimos lo de Malvinas, pero esta gente, los míos, los que vinieron antes que yo, mis abuelos, mis padres, mis tíos, toda esta gente pasó Napoleón, los alemanes, Stalin, pasaron tantas cosas y no termina nunca de pasar este dolor», concluyó envuelta en lágrimas.