El ejercito de Rusia, comandado por el presidente, Vladimir Putin, hace dos días inició un entrenamiento de misiles balísticos como parte de un ejercicio defensivo para disuadir un posible ataque. Sin embargo, el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskiy, trató de enfriar la situación y dijo que su país no está dispuesto a unirse militarmente a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
Por otro lado, el secretario general de la OTAN , Jens Stoltenberg, dijo el sábado pasado que había alertado al ministro de Asuntos Exteriores ruso, Sergey Lavrov, a través de una carta para comenzar un diálogo en el seno del Consejo OTAN y evitar un conflicto en Ucrania. Sin embargo, desde Rusia no parecen ceder la defensiva de la frontera.
En ese sentido, Stoltenberg consideró necesario una comunicación con los rusos, porque no había visto signos de una retirada rusa de las fronteras y que el riesgo del conflicto era real. Por ahora, las últimas novedades indican que habría una intensión de dialogo entre Rusia y Estados Unidos a través de sus respectivos cancilleres internacionales para buscar una vía diplomática más amplia.
«Estamos extremadamente preocupados porque vemos que (las tropas rusas) continúan aumentando, continúan preparándose. Y nunca hemos visto en Europa desde el final de la Guerra Fría tal concentración de tropas listas para el combate», expresó el secretario general de la OTAN en declaraciones citadas por la agencia Reuters.
En principio no está prevista una posible cumbre entre Putin y Baiden en las agendas presidenciales. La única manera es que surja de ambos presidentes la intensión de un dialogo para destrabar el conflicto entre la OTAN, Ucrania y Rusia. La tensión vuelve a crecer y hay preocupación en el mundo por la posible consecuencia económica a nivel mundial que podría generar la guerra.
