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SOCIEDAD

A 30 años del atentado a la Embajada de Israel: cómo recuerdan ese día los sobrevivientes

Jorge Kohen y Daniel Birán Bayor contaron detalles sobre el 17 de marzo de 1992, cuando sucedió el ataque.

Israel
Foto: NA

Hoy se cumplen 30 años del atentado a la Embajada de Israel en Argentina, que ocurrió el 17 de marzo de 1992 y que provocó 29 muertos y 242 heridos. En ese marco, Jorge Kohen, sobreviviente del ataque y exjefe de prensa de la Embajada israelí, remarcó que «parece un montón de tiempo y un tiempo breve al mismo tiempo» porque «el recuerdo es como si hubiese sido hace poco tiempo».

Esta mañana en diálogo con Eduardo Feimann, que conduce el ciclo Y Alguien tiene que decirlo de Radio Mitre, el entrevistado precisó que ese día «fue un martes 17 caluroso, húmedo, seminublado en el antiguo Barrio Norte de la ciudad de Buenos Aires» y recordó que «la embajada estaba en la intersección de Arroyo y Suipacha. A una cuadra de Libertador y a dos de la Avenida Santa Fé».

En esa línea indicó que «era un barrio bien tranquilo, de galerías de arte, de poco tránsito de autos» y agregó que «la embajada había sido una casa de una familia por lo que no había oficinas, había habitaciones». En ese contexto sostuvo que ese día «llegúe a la mañana a trabajar a la embajada y empezó como cualquier otro», pero «lo que recuerdo es que a las tres menos cuarto tuve un diálogo con Marcela que trabajaba conmigo y que era también la secretaria del embajador».

«Cuento esto para mostrar que eramos personas comunes, como usted, como los oyentes», señaló y sumó que «también hablé con la esposa del consul», pero «ambas murieron en el atentado, quedaron bajo los escombros», subrayó. En ese punto hizo hincapié en que la mujer del consul tenía cinco hijos, «a los que vi después de más grandes, ya eran muchachos y yo no podía creer cómo habían crecido».

Frente a ese panorama, aseveró que «fue un ataque masivo, murieron más personas fuera de la embajada que adentro, individuos de seis nacionalidades» y detalló qe «murió el padre Brumana de la iglesia de enfrente, murieron peatones, un taxista…» y en consecuencia, afirmó que «esto fue un ataque a nosotros como embajada, pero también fue un ataque a nuestro país».

«Ese día mi eposa y yo volvimos a nacer»

Por su parte, Daniel Birán Bayor, sobreviviente también del atentado, habló con Feimann y recalcó que el 17 de marzo de 1992 «es un día que nacimos de nuevo mi esposa y yo» al tiempo que marcó que «lamentablemente hay muchos que perdieron la vida». «Recuerdo ese día como hoy mismo hace cinco minutos, nunca me voy a olvidar», aseguró.

«Yo salí de la embajada seis minutos antes para tener una reunión en el Hotel Sheraton», indicó y resaltó que «cuando llegué al hotel escuché una explosión enorme y vi el humo». Entonces, «tratamos de llegar a la embajada, pero nadie contestó», contó y agregó que «comencé a correr a la embajada. Cuando llegué, vi unas personas afueras, vi que la mitad de la embajada ya no existía».

Acto seguido, «entré por una ventana para ayudar y buscar a mi esposa que trabajaba en el segundo piso. Vi todos los escombros, pensé que ella estaba muerta. Después de once horas supe que estaba en un hospital», detalló y sobre el atentado remarcó que «frente a la embajada había una iglesia, una casa de ancianos, un jardín de infantes. Todo se destruyó». Para concluir, sin guardarse nada, aseveró que «lamentablemente pasaron 30 años y el terrorismo iraní está todavía aquí».

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