Alberto Fernández afirmó hoy, en una entrevista radial, que él «no es un títere» y sobre su vínculo con Cristina Kirchner dejó en claro que «no existe la Presidencia colegiada». Una de las preguntas es cómo impactan estos dichos dentro del Frente de Todos, en el que ya han habido severas internas a raíz del acuerdo con el FMI. En ese sentido, el periodista Iván Schargrodsky afirmó que «hay una lucha fraticida» en la agrupación oficialista.
Este mediodía en diálogo con Daniela Ballester en C5N, el comunicador explicó que «la sensación que hay y es una sensación que le hace justicia a la realidad, es que oscilan los principales socios de la coalición entre el deshielo y la ruptura», es decir, «entre señales de unidad, porque saben en el Frente de Todos que separados le garantizan el triunfo a Juntos por el Cambio y a la vez señales de un espíritu rupturista en donde nadie quiere decir, yo rompo».
«El que lo haría sería el que pague el costo político de la ruptura», aseguró y detalló que «en las últimas 96 horas estuvieron atravesadas por una artículo del canciller, Santiago Cafiero, publicado en El Cohete a la Luna en el que planteaba la jefatura política del Frente de Todos en la cabeza de Cristina Kirchner y del presidente de la Nación». Además, indicó que el funcionario «entendía que tenía que haber una suerte de barajar y dar de nuevo, aunque no lo dijo textual, para poder componer el dispositivo».
Acto seguido mencionó al diputado oficialista y secretario general de la CTA, Hugo Yasky y marcó que «uno podría pensarlo como alguien más cercano al kirchnerismo, pero a la vez con una postura bisagra». A modo de ejemplo, señaló que «en un artículo, también publicado en El Cohete a la Luna, llamó a la unidad» y recalcó que «dejando un mensaje, ojo que si nos rompemos ahora y gana la derecha, no volvemos más».
Ante este panorama, no dudó y sostuvo que «me parece que el Frente de Todos es como si tuviera la brújula desmagnetizada», debido a que, «nadie está conforme con la situación actual, pero nadie quiere romper o pagar los costos de la ruptura», enfatizó y aclaró que «yo creo que hoy ninguno quiere cargar con el costo de la ruptura más que no querer romper».
«Es el presidente el que debe llamar a la mesa constitutiva del Frente de Todos»
En esa línea contó que «ayer en una reunión de Alberto Fernández con el dispositivo albertista: Cafiero, (Juan) Zabaleta, Victoria Tolosa Paz y Juan Manzur, hubo palabras muy duras del presidente para con su vice» y recalcó que «no en términos personales sino en cuanto a lo vincular, como diciendo yo no voy a ser el que de ese primer paso».
«Ahora, a la vez, si es el presidente el que plantea esto hay un problema», advirtió y señaló que «supongamos que Cristina Kirchner diga, yo voy a llamar a la mesa constitutiva del Frente de Todos para volver a suturar esto». «Bueno, eso sería una mala idea porque le quitaría autoridad a Alberto Fernández», aseguró y por lo tanto, aseveró que «la única persona hoy por su rol institucional que puede llamar a la mesa constitutiva del Frente de Todos es el presidente».
«No porque tenga la mayor responsabilidad en la ruptura», marcó y explicó que «si lo hiciera alguno de los otros socios de la coalición le quitaría autoridad a Alberto Fernández». Haciendo hincapié nuevamente en un posible quiebre del Frente de Todos anticipó que «nadie saldría indemne en términos de su base electoral, si el oficialismo genera una situación de esta naturaleza».
¿La Cámpora podría romper definitivamente con el Gobierno?
En este contexto, precisó que «ayer se iba a dar una reunión, que finalmente no ocurrió por cuestiones de agenda de uno de los participantes, entre Gabriel Katopodis y Juan Zabaleta por el albertismo y Wado de Pedro y Andrés Larroque por el kirchnerismo», pero anticipó que «se dará en los próximos días». «También estaban quienes decían que tal vez no se dio porque el jueves antes, durante o después de la movilización, La Cámpora anuncia su alejamiento del Gobierno», resaltó.
«A mí lo que me dijeron desde La Cámpora y desde el entorno de Cristina es que eso es completamente imposible», recalcó y sostuvo que «lo planteo porque en las últimas horas, también hubo dentro del círculo rojo una versión de que Cristina iba a publicar una carta anunciando esto». Más allá de las fuentes que le aseguraron que esa ruptura «no podría darse bajo ningún aspecto», Schargrodsky hizo hincapié en que «el tiempo es un gran ordenador y dirá si la información que tengo es correcta o no».
Por último, puso el foco en Alberto Fernández y sus últimas declaraciones radiales. «Por un lado, dijo que no iba a haber un gesto de él, bajo ningún aspecto, que atentara contra la unidad y por el otro, marcó que es él quien toma las decisiones, más allá de que puede escuchar a todo el mundo, pero que no existen las conducciones colegiadas», indicó y consideró que «esas dos cuestiones hacen sentido juntas, pero en una situación en la que el presidente y su vice no se hablan, la primera parte y esto es algo que demanda toda la base electoral del Frente de Todos, es unidad aunque duela».
En ese marco, señaló que «la pregunta que subyace es unidad para qué» y afirmó que «eso no está claro y el único mecanismo posible es el político institucional, por eso me parece que al Frente de Todos no le queda ninguna otra alternativa que volver a esa mesa constitutiva, barajar y dar de nuevo». Para concluir, Daniela Ballester sumó que «me parece que el fin más inmediato de la unidad debería ser para que bajen los precios» a lo que su colega le dijo: «Para que no sigan subiendo porque no creo que bajen».
