Con 16 años y 298 días, Ansu Fati se convirtió en el segundo jugador más joven en debutar en la historia del Barcelona (25 de agosto de 2019). Y hoy, mientras se recupera de su lesión en el bíceps femoral del muslo izquierdo, la máxima promesa del conjunto catalán sorprendió a todos con una cruda revelación: «Mi madre me grita y se enoja».
El joven extremo reveló: «Mi madre todavía me grita y se enoja, ella me dijo que supervisará mi vida hasta los 21 años. También me dejó en claro que no por ser futbolista profesional, ahora soy el hombre de la casa. Cada día debo estar en casa a las 8 de la noche, a menos que esté en el campamento de entrenamiento o este jugando un partido de noche».
Además, contó: «Cuando viajo en un partido con España o con el Barça, debo hacerle una videollamada para mostrarle mi cama para que vea que estoy a punto de dormir y se quede tranquila». Y si bien ya tiene 19 años y el próximo 31 de octubre cumplirá los 20, Ansu Fati seguirá siendo controlado por su madre hasta fines de 2023, algo que causó impresión en el mundo del fútbol.
La lesión de Ansu Fati
El 20 de enero de este año, luego de haber jugado apenas 35 minutos contra el Athletic Bilbao por la Copa del Rey, el extremo sufrió una lesión en el bíceps femoral del muslo izquierdo. Sin embargo, en conjunto con el Barcelona, el jugador tomó la decisión de no pasar por el quirófano, por lo que el tiempo de recuperación le demandaría de seis a ocho semanas.
Y si bien los plazos indicados ya se cumplieron, el nacido en Guinea-Bisáu todavía no tiene el alta médica y se entrena diferenciado. Producto de las distintas lesiones que sufrió, Ansu Fati apenas pudo disputar cuatro partidos desde noviembre hasta la fecha, algo que preocupa y mucho a Xavi Hernández y a todo el Barcelona. ¿Qué dirá su madre?