En el marco de la invasión de Rusia a Ucrania, siguen los temores de una escalada sin precedentes a nivel mundial. Los líderes de los países más importantes del mundo, al momento, se limitan a ayudar a los ucranianos de forma indirecta. En Estados Unidos son más extremistas. El miércoles Donald Trump pidió frenar a Vladimir Putin y, este jueves, un senador norteamericano llamó a matar al líder ruso.
Ya se acumulan nueve días del que Vladimir Putin declaró que las tropas rusas iban a hacer “ejercicios militares” en Ucrania. Cada día que pasa los problemas son más grandes. Los bombardeos, las tomas de ciudades, las muertes de civiles, un conjunto de horrores que ponen en alerta al mundo cada vez más. Nadie se atreve a vaticinar cuál será el límite.
El Presidente de Francia, Emmanuel Macron, anticipó que los próximos días “serán más duros”. Al momento no se confundió ya que al inicio del día viernes, las fuerzas armadas de Rusia bombardearon a la central nuclear más grande de Europa. Según autoridades del lugar se pudo controlar los niveles de radioactividad que ponía en riesgo al continente europeo.
Por todo lo que está padeciendo el pueblo ucraniano, un senador de Estados Unidos hizo una propuesta extremista para terminar con la invasión. En su cuenta de Twitter se despachó y atacó a Vladimir Putin: “¿Hay un Buruts en Rusia? ¿Hay un coronel Stauffenber más exitoso en el ejército ruso? La única forma en que esto termine es que alguien en Rusia elimine a este tipo (Putin)”, señaló Lindsey Graham.
“Las únicas personas que pueden arreglar esto son los rusos. Fácil de decir, difícil de hacer. A menos que quieras vivir en la oscuridad por el resto de tu vida, aíslate del resto del mundo en una pobreza abyecta y vivir en la oscuridad, debes dar un paso adelante”, añadió. La imagen del líder de la Federación de Rusia está en declive y ya exigen hasta su eliminación.
