Rusia profundiza el ataque a la ciudad capital de Kiev mientras continúa los bombardeos a distintas urbes importantes en los alrededores de la “fortaleza” de Ucrania. En paralelo, el presidente ruso Vladimir Putin lanzó a una advertencia a Estados Unidos que alimenta la posibilidad de un conflicto directo entre ambas potencias. El Kremlin no tiene intención de “parar la guerra”, insisten desde Occidente a pesar de los anuncios de avances en las negociaciones de paz.
De acuerdo a los últimos reportes del alcalde de Kiev, la ofensiva de Moscú destruyó el aeropuerto de Vasylkiv, unos 40 kilómetros al sur de la capital, donde un depósito de combustible se prendió fuego. En tanto, los suburbios del noroeste de la capital, como Irpin y Busha, llevan días bajo las bombas rusas, mientras los blindados de Moscú avanzan por el eje del noreste, según informó Télam.
«La capital, cerca de la cual continúan los combates, se prepara para la defensa. Seguimos reforzando los puntos de control. Creando reservas de productos, medicamentos y bienes de primera necesidad», aseguró el alcalde Vitaliy Klitschko en su cuenta de Telegram. En las inmediaciones del corazón de Ucrania, grupos civiles y militares de resistencias mantienen “blindada” la capital para frenar el avance de las tropas de Putin.
La «fortaleza» Kiev
En las carreteras periféricas se instalaron enormes barreras de metal antitanque —conocidas como «los erizos» debido a su forma puntiaguda— y se complementan con bloqueos improvisados hechos de sacos de arena y bloques de concreto. Además, plantaron puestos de control para vigilar el tráfico de vehículos y anticipar el arribo de tropas rusas. Esta tarea es realizada por civiles.
Casi 40.000 voluntarios se unieron a las Fuerzas de Defensa Territorial en los primeros días de guerra, incluso solo en la capital 18.000 tomaron las armas cuando las autoridades pidieron voluntarios y reservistas para hacerlo.
Los que no pudieron incorporarse a las fuerzas (tantas personas se inscribieron que las Fuerzas de Defensa Territorial tuvieron que empezar a rechazar a la gente) están ayudando de otras maneras. La misión de este grupo es hacer cócteles molotov; coser redes de camuflaje para las barricadas; distribuir alimentos, bebidas calientes y cigarrillos a los que montan guardia.
La advertencia de Rusia
Durante los últimos días, además de la presión económica, los países occidentales enviaron material militar a Ucrania, que desde Moscú fue leída como una ofensiva directa aunque desde la OTAN insisten en que no se involucran en el conflicto. De acuerdo a palabras del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, si se avanza en una lucha directa con Rusia provocaría «la Tercera Guerra Mundial».
Sin embargo, el Kremlin redobló la apuesta y dijo a Washington que sus fuerzas podrían atacar los envíos de armas occidentales a Kiev y calificó como «acto peligroso» este tipo de involucramiento militar. «Hemos advertido a Estados Unidos de que la entrega de armas que están orquestando desde una serie de países no sólo es un acto peligroso, sino que convierte a estos convoyes en objetivos legítimos», indicó el viceprimer ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguei Ryabkov.
