Racing dominó durante los 90 minutos pero su supremacía en el tiempo reglamentario no le dio el triunfo porque le faltó efectividad. Boca aguantó como pudo los embistes de La Academia y supo sacar ventaja cuando tuvo que hacerlo: en la tanda de penales. Analizando el partido de semifinales de la Copa de la Liga, Marcos Rojo sorprendió a todos y mencionó que nunca dudó: «Siempre estuve tranquilo».
En la conferencia de presentación de la final de la Copa de la Liga frente a Tigre, el defensor recordó el duelo del sábado: «Cuando arrancamos el torneo y el año queríamos estar en este partido. Fue un torneo irregular, pero hicimos las cosas bien, solamente perdimos un partido y merecemos estar en la final». «Creo que somos justos finalistas, hicimos un gran torneo. El partido anterior jugamos muy bien», dijo.
«Racing es un gran equipo, se nos complicó, hicieron las cosas bien y nos movieron la pelota. Yo siempre estuve tranquilo. Hay que ganar. Supimos manejarlo en el segundo tiempo y en los penales lo hicimos mejor que ellos«, manifesto Marcos. Y añadió: «En la Copa América 2016 la rompimos con la Selección Argentina, ganamos todos los partidos, en la final empatamos, perdimos por penales y nos mataron… Nadie habló de los méritos».
Más de Rojo
Con respecto a las declaraciones que dio Juan Román Riquelme, el subcapitán de Boca se mostró a favor de esos dichos y los ratificó. «Román lo dejó muy claro. Cuando Boca gana no se magnifica lo mismo que cuando juega mal o pierde. Este año se formó un gran grupo, tratamos de hacer las cosas bien desde adentro, sabemos cómo son las cosas afuera… Tiramos para el mismo lado y eso es lo más importante», sostuvo.
«Hoy tenemos un partido muy importante para encaminarnos en la Copa Libertadores y mañana pensaremos en la final», mencionó el zaguero central sobre el choque contra Corinthians de este martes a las 21:30. Y cerró: «En este último tiempo nos tocó definir mucho en tanda de penales. Nos sentimos cómodos, sabemos que hay que meterla porque Agustín Rossi está en un gran momento y siempre nos va a atajar uno».