En los últimos días Eduardo Salvio fue notica en Boca ya que comenzaron a haber algunos problemas en la renovación de su contrato. Ahora otra situación que comienza a dilatarse y a generar cierta impaciencia es la de Agustín Rossi, quien se transformó en figura absoluta del equipo de Sebastián Battaglia y a quien le queda solo un año de contrato.
Hace algunas semanas Miguel González se había referido a esta situación con bastante calma, dejando en claro que esta situación se iba a solucionar. “Agustín se siente importante y muy cómodo en el grupo, pronto tendremos otra reunión para seguir avanzando en su renovación. Su contrato vence en junio de 2023, estamos hablando, con tranquilidad porque hay tiempo”, expresó en Cómo te va.
Lo cierto es que hoy en día la situación está bastante estancada ya que pese al buen diálogo y las charlas que hay no se logra llegar a un punto en común para que Rossi, quien sigue siendo figura partido a partido, firme su nuevo vínculo. El problema no es la extensión sino en lo que pretende cobrar el arquero y lo que quiere pagar Boca.
Sin acuerdo en el número
Con el nivel que viene mostrando sumado a que tiene 26 años, una edad muy joven para un arquero, Rossi siente que debe ser reconocido no solo por la actualidad, sino por lo que puede dar y por los dividendos que puede dejarle al club en una venta, sabiendo que hay varios clubes interesados en llevárselo. Por su parte, Boca quiere cuidar sus finanzas.
De esta manera hay un tira y afloje que por el momento no hizo que se rompa la relación ni mucho menos. Pero lo cierto es que el tiempo pasa y el riesgo de que Rossi pueda marcharse libre es aún mayor. Cabe destacar que a partir de enero del próximo año ya podría negociar para marcharse libre si es que no renueva antes. Aunque se cree que no llegarán a tales extremos.