Si bien empezó parejo y prácticamente sin peligro, el partido de ida de los octavos de final de la Copa Libertadores entre Boca y Corinthians adquirió poco a poco mucha intensidad. Hasta terminar con un alto grado de emoción y aproximaciones al gol. En un minuto cargado de espectáculo, Agustín Rossi atajó un penal y Darío Benedetto tuvo la oportunidad de abrir el marcador, pero falló.
A los 39 minutos, el árbitro cobró penal para el Timao por una falta de Marcos Rojo en el área. Luego de varios minutos entre quejas, preparación y remate, recién a los 43 se dio la tapada de Rossi. El arquero azul y oro se hizo gigante bajo sus tres palos y tapó un disparo fuerte, esquinado y a media altura que pudo complicarlo pero no lo superó. Y poco después llegó una gran oportunidad para el Xeneize.
En un contragolpe, Sebastián Villa avanzó por la banda izquierda, desbordó y tiró un muy buen centro de zurda que le permitió a Benedetto aparecer por el segundo palo casi en soledad. El Pipa se pasó de largo e improvisó con un remate mordido que picó antes de llegar al arco. Pero eso complicó aún más a Cássio, el guardameta del Corinthians, que tuvo que estirarse para mandarla al córner. Estuvo cerca.