La disputa entre el campo y el Gobierno nacional continúa luego de dos momentos de tensión en el último mes. En el sector agropecuario realizaron un paro por 24 horas el pasado 13 de julio en el cual no comercializaron y en los costados de las rutas reclamaron por diversos motivos. El foco de la protesta estaba en la falta de gasoil, las retenciones al sector y la incertidumbre que genera el Estado.
Sin embargo, esto parece no terminar porque Gustavo Idígoras, presidente de la Cámara Argentina de Exportadores de Cereales (CIARA) arremetió contra el Frente de Todos. El dirigente advirtió que a pesar de estar en temporada alta de cosechas, la mitad de las fábricas de aceite y harina de soja están paradas porque perderán dinero si liquidan en este momento.
«Bajar las retenciones temporalmente puede ir por encima de las expectativas devaluatorias», señaló el funcionario en declaraciones radiales que difundieron en NA. En este mismo sentido, también recomendó emitir «un bono fiscal» en favor de los productores para que puedan pagar impuestos. Este mecanismo ya funciona en las empresas de Vaca Muerta y se llama Refino Plus.
Ahora en el campo piden que apliquen esta misma medida para poder hallar beneficios en las exportaciones. Desde el Gobierno no respondieron a este petitorio y tampoco le dieron peso a la medida de fuerza tomada durante la semana pasada más allá de que el sector agroindustrial esté sosteniendo las cosechas para no quedar en pérdidas.
¿Cuánto le queda al campo por vender?
idígoras reveló que hasta el momento el campo liquidó entre 28 y 29 millones de toneladas de soja. Por su parte, el Gobierno habilitó la venta de 2 millones de toneladas de maíz sobre 6 millones, quedando así 10 millones a futuro. De este modo, se vendió menos del 30% del total de la cosecha cuando para esta época del año ya deberían haber vendido más de la mitad.
